¿Artistas mayas en Teotihuacan?
Durante las excavaciones del Proyecto Complejo Plaza de las Columnas de 2016 (la segunda temporada de excavación del Proyecto Plaza de las Columnas estuvo bajo la dirección de Saburo Sugiyama, Verónica Ortega, Nawa Sugiyama y David Carballo) rescatamos numerosos fragmentos de pintura mural, muchos de los cuales se destacan por poseer un estilo maya del Clásico. Dichos fragmentos se localizaron en la parte más al norte del montículo norte de la Plaza de las Columnas, situada entre la Pirámide del Sol y la Pirámide de la Luna, y al oeste de la Calzada de los Muertos. Los fragmentos del mural fueron recuperados en una gruesa capa de relleno que había sido saqueada, de aproximadamente 50 cm de espesor, que fue sellada por el último piso teotihuacano. Por lo tanto, inferimos que el muro original funcionaba durante una época de auge urbano y posteriormente fue destruido de manera intencional en un periodo final teotihuacano.
Los fragmentos de mural aún no han sido reconstruidos, sin embargo, se puede identificar una amplia variedad de estilos y colores, incluyendo piezas con motivos teotihuacanos como pequeñas figuras humanas similares en forma y tamaño a las de los murales de Tepantitla. Además, hay muchos otros fragmentos que son realmente extraordinarios y únicos, ya que indiscutiblemente fueron pintados al estilo maya del Clásico Temprano. En contraste con las famosas “pinturas realistas” del conjunto de Tetitla, que fueron pintadas al estilo teotihuacano con algunos elementos mayas, los nuevos fragmentos de la Plaza de las Columnas sólo pudieron haber sido pintados por un artista entrenado por un maestro de un palacio de las Tierras Bajas del sur maya. Por su estilo fluido, dominio de la línea y naturalismo contundente estas obras virtuosas son más parecidas a los murales de San Bartolo, Guatemala, del Preclásico Tardío, que a los de Bonampak, Chiapas, del Clásico Tardío, que son más sencillos. Sin lugar a duda, estos murales fueron pintados por un artista consumado que conocía a la perfección la iconografía de las Tierras Bajas mayas y el medio. Por la ubicación de estos hallazgos, en la parte central de la antigua ciudad de Teotihuacan, creemos que eran parte de un edificio donde el Estado coordinaba interacciones con las elites mayas, o donde los mayas intervenían en asuntos rituales o administrativos de dicha ciudad.
Previamente, con el descubrimiento de pendientes de piedra verde de estilo maya en la Pirámide de la Luna, se confirmó una relación directa con las elites mayas, y ahora con el presente hallazgo podemos abordar cuestiones más fundamentales, por ejemplo: ¿las elites mayas estuvieron en la ciudad de los dioses? Indiscutiblemente, los fragmentos del mural nos permiten afirmar la presencia de las elites mayas en Teotihuacan, y que ésta no fue meramente periódica y con fines rituales, sino que fue permanente, como se refleja en estos murales de un estilo totalmente maya, los cuales se plasmaron en los edificios de uno de los sectores más importantes de la ciudad. Además, es probable que los artistas, y los funcionarios de más alto rango político, que los hicieron habitaran en ese edificio.
Entre los principales objetivos de nuestro proyecto está entender el origen del urbanismo, y la formación y transformación de la sociedad, así como la organización política que llevó a cabo la construcción monumental de una ciudad tan planificada como Teotihuacan. Ciertamente, el hallazgo de los murales nos ayudará a tener una mejor comprensión del carácter de la ciudad metropolitana donde tuvieron lugar diversos tipos de relación multiétnica.
Nawa Sugiyama, Saburo Sugiyama, Verónica Ortega y William Fash
Tomado de Nawa Sugiyama, Saburo Sugiyama, Verónica Ortega y William Fash, “¿Artistas mayas en Teotihuacan?”, Arqueología Mexicana, núm 142, p. 8.