Augurios nahuas de Zongolica, Veracruz

En cualquier comunidad, en cualquier lengua, en cualquier tiempo, ciertos comportamientos, acciones o imágenes repercuten en lo que sucederá en el futuro. Advertencias, signos, coincidencias que se traducen en predicciones, pronósticos, creencias, augurios, interpretaciones: en toda mente, hasta en la más científica, cabe un poco de magia, de superstición.

La lectura de estos avisos del mundo externo o de lo que anuncian los sueños difiere. Los pájaros sirven para saber el tiempo; los ancianos saben si cantan sólo porque están contentos o por otra cosa, un cenzontle en noche de luna anuncia buena marea; un lele (correcaminos) anuncia, si hay norte, que va a venir la calma; o, si hay calma, que va a venir el norte. Otras aves cantan para anunciar visita —también la lumbre y la ceniza anuncian que alguien viene, si se saben oír. Cualquier animal de monte que viene al pueblo, es mala señal, se hace animal de tentación. Así creen los huaves; veamos algunos otros consejos o augurios.

Augurios nahuas (Zongolica, Veracruz):

No se debe pasar sobre un perro; porque puede uno andarse perdiendo por el camino.

No debe lamerse la cuchara con comida; porque se vuelve uno entrometido (al metiche se le llama boca de cuchara).

La mujer no deberá moler por el frente del metate (por la parte baja); pues cuando esa mujer tenga un niño, vendrá de pies.

No deben comerse las patas de los animales con alas, porque a la mujer se le enredará su hilo y el hombre se picará los ojos con las ramas del camino cuando vaya al campo.

La mujer no deberá comer la nata de la comida; porque se le pegará la placenta.

No es bueno que una mujer embarazada vea un eclipse; porque la luna puede mochar a su hijo.

Un muchachito no deberá cortar la primera fruta ni la fruta tierna; porque la planta ya no producirá más.

No se deberá engañar a un perro con comida; porque no nos ayudará a pasar el río al morirnos.

No es bueno que una persona duerma con un gato, porque cuando ésta duerme, su espíritu sale en forma de un pajarito blanco y el gato puede comérselo.

No debe soplársele a la lumbre con el sombrero; porque nuestra mujercita se nos huirá.

Si un tecolote viene a gritar sobre la casa a medianoche, alguien morirá.

Si una mosca entra de momento en la casa y nos rodea, tendremos una contrariedad o preocupación, recibiremos una mala noticia.

Si al salir de la casa tropezamos, algo malo va a sucedernos en el camino.

Si un ahuiltótol, ave agorera, viene a cantar en el patio o lo encontramos a medio camino, algo malo va a sucedernos.

Si un muchachito es mudo, se le meterá el rabo de la cuchara en la boca dándole vueltas cuando pasan los loros.

Si, cuando estamos comiendo, cortamos una tortilla sin haber acabado otra ya empezada, es que en alguna parte un familiar está padeciendo hambre.

Si de momento se nos mete en la boca una mosca, quiere decir que en alguna parte nos guardaron bocado.

Si dos personas le soplan a la lumbre con la boca al mismo tiempo, andaremos chocando con alguno (cara a cara) en el camino.

Tomado de Elisa Ramírez “Tradición oral indígena mexicana:  Augurios y sueños”, Arqueología Mexicana núm. 143, pp. 14-15.

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