Eduardo Matos Moctezuma
Para tratar este apartado empezaré por las estrategias que prevalecían en cada bando. Así, sabemos que entre los mexicas y otros grupos mesoamericanos la guerra era un medio esencial para capturar enemigos y sacrificarlos a los dioses, con el fin de que el mundo continuara existiendo. De no ser así, el Sol detendría su marcha por el firmamento y todo movimiento cesaría, con fatales consecuencias para la humanidad. Esto se reflejaba en el interés primordial de tomar vivo al enemigo. No quiere decir que no mataran en las guerras, sino que preferentemente se capturaba a los del bando contrario para que sirvieran en los rituales dedicados a sus dioses. A tal grado era importante lo anterior, que una de las maneras de ascender de estatus social al interior de la sociedad mexica era la de capturar enemigos.
En cambio, los españoles iban a matar conforme a sus códigos de guerra: matar al mayor número de combatientes mermaba a las fuerzas enemigas y les restaba poder. Otro tipo de estrategia que utilizó el capitán español fue la de mandar cortar los acueductos que proveían de agua a la ciudad de Tenochtitlan; en palabras de Bernal Díaz: “les quebramos los caños por donde iba el agua a su cibdad, y desde entonces nunca fue a México entretanto que duró la guerra” (Díaz del Castillo, 2014, I, p. 613).
Eduardo Matos Moctezuma. Maestro en ciencias antropológicas, especializado en arqueología. Fue director del Museo del Templo Mayor, INAH. Miembro de El Colegio Nacional. Profesor emérito del INAH.
Matos Moctezuma, Eduardo, “Posibles causas de la caída de Tenochtitlan y Tlatelolco. Causas militares”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 93, pp. 74-77.