Los incensarios “tipo teatro” son extraordinarias vasijas decoradas diseñadas para eventos ceremoniales o rituales. Algunos investigadores proponen que sirvieron para recordar a personajes históricos o ancestros, y otros que son representaciones de bultos mortuorios, deidades o seres mitológicos. Varios ejemplares han sido hallados en exploraciones en Teotihuacan, entidad estatal que dominó el escenario sociopolítico, militar y económico del Altiplano Central mesoamericano durante el periodo Clásico. También son muy comunes en las tierras mayas de Guatemala y Chiapas y, por el contrario, sólo en contadas ocasiones han sido encontrados en sitios del Centro de México. Recientemente recuperamos un par de dichos incensarios en Quimicho, Tlaxcala. Este sitio se ubica en el corazón del antiguo “corredor teotihuacano”, llamado así por Ángel García Cook, una ruta geográfica del norte de Tlaxcala por la cual fluyeron bienes e ideas entre diversas poblaciones de la Cuenca de México, el valle de Puebla-Tlaxcala, el Golfo de México y la región oaxaqueña.

Ramón Santacruz Cano. Arqueólogo por la ENAH y doctor por el Instituto de Ciencias Jurídicas del Puebla. Investigador del Centro INAH Tlaxcala y codirector de los proyectos arqueológicos Tepeticpac y Tizatlán. Sus intereses abarcan las poblaciones indígenas de Tlaxcala y la conservación y legislación del patrimonio arqueológico.

Aurelio López Corral. Doctor en arqueología por Penn State University. Investigador del Centro INAH Tlaxcala y codirige el Proyecto Arqueológico Tepeticpac. Se especializa en la economía doméstica y política prehispánicas, el desarrollo de los sistemas agrícolas mesoamericanos y la iconografía de la cerámica tipo códice del Posclásico Tardío.

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

Santacruz Cano, Ramón y Aurelio López Corral, “¿Un enclave teotihuacano en Tlaxcala? Hallazgo de dos incensarios tipo teatro en Quimicho”, Arqueología Mexicana, núm. 167, pp. 22-27.