Un rasgo del Clásico Tardío que llama la atención en Guerrero es la construcción de arcos y bóvedas falsas, tipo maya, los que se han localizado en La Organera-Xochipala, en Oztotitlán, cerca de Teloloapan, en Tehuehuetla, en Chilpancingo, en el sur de Morelos y en Teopantecuanitlán y sus cercanías. La construcción de arcos y bóvedas falsas, tipo maya, se debió a que, después de la caída de Teotihuacan, la Organera-Xochipala se encontraba en una ruta entre el área maya y el Altiplano Central. Pero Rosa Ma. Reyna y Guadalupe Martínez excavaron el sitio de Coovisur, en Chilpancingo, donde apareció una tumba de bóveda falsa y, como ofrenda al muerto, vasijas con iconografía olmeca, lo que ubica la tumba alrededor de 500 a.C. o antes. Esta bóveda, entonces, es tan antigua, o más, que la más antigua conocida del área maya, en Calakmul, Campeche. Se confirma así que las bóvedas de La Organera-Xochipala sí son del Clásico Tardío y es posible que reflejen una tradición arquitectónica establecida en Guerrero desde el Preclásico.
Tomado de Paul Schmidt Schoenberg, “La época prehispánica en Guerrero”, Arqueología Mexicana, núm. 82, pp. 28-37