El cristal de cuarzo del Fin del Mundo

Los grupos Clovis del Fin del Mundo, Sonora, utilizaron diferentes materias primas para elaborar sus herramientas. Las puntas encontradas están manufacturadas en calcedonias y pedernales de diferentes colores y texturas, procedentes de varios yacimientos y a los que muchas veces se aplicaba calor para facilitar el lasqueo; otros materiales aprovechados para fabricar herramientas fueron cuarcitas, obsidiana y cristal de cuarzo.

Una de las puntas Clovis completas, un fragmento medial de la localidad 1 y muchas otras herramientas de la localidad 5 se fabricaron de cristal de cuarzo. La punta de cristal de cuarzo totalmente transparente es una maravillosa obra de arte, los lasqueos hacen un prisma que refleja y descompone la luz en los colores del arco iris.

Cinco kilómetros al oeste del sitio se localiza un cerro con enormes vetas de cuarzo alrededor de su parte baja; los depósitos del mineral son de diferentes purezas, pero en todos se distinguen los rutilantes filamentos del grosor de un cabello en el interior de los cuarzos.

Localidad 1 (caza y destazamiento de fauna del pleistoceno).- Se trata del remanente de una ciénaga con depósitos del Pleistoceno Terminal/Holoceno Temprano, conformado por tres estratos que se encuentran sobre la roca madre de conglomerado. Aquí hubo dos diferentes contextos con huesos de animales del Pleistoceno, se trata de los restos de dos mastodontes americanos jóvenes semiarticulados y una defensa de mamut, entre otros animales. Además se encontraron dos puntas Clovis, una de sílex y otra de cristal de cuarzo. La antigüedad de la Localidad 1 es de 25 mil años.

Localidad 5 (área de Campamentos paleoindios).- A 500 metros de la localidad 1 descubrimos una concentración de herramientas de piedra y los desechos de diferentes procesos de hechura de éstas. La fecha 11040 ± 580 años antes del presente, obtenida por radiocarbono concuerda con la cultura Clovis.

Tomado de Guadalupe Sánchez Miranda et al., “El Fin del Mundo, Sonora. Cazadores Clovis de megafauna del Pleistoceno Terminal”, Arqueología Mexicana, num. 97, pp. 46-49.

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