Museo Paleontológico de Santa Lucía Quinametzin
Sala 3. La biodiversidad en la cuenca de México durante el Pleistoceno Tardío
Para el caso del registro paleontológico de plantas en la Cuenca de México, éste es más escaso en cuanto a restos de gran tamaño, pero se tiene reporte de impresiones de hojas y tallos que han sido asociados a encinos.
Otro tipo de fósiles de plantas que se conservan son los pequeños granos de polen que fueron depositados en el fondo de los lagos que existieron en el pasado. Junto con el polen, también se fosilizan restos de caracoles de agua dulce, algas unicelulares llamadas diatomeas y un grupo de crustáceos con concha llamados ostrácodos.
Estos fósiles muy pequeños son muy importantes porque no sólo indican la presencia de un lago en donde ahora no existe, sino que pueden informar sobre el tipo de vegetación que existió alrededor, la profundidad y las características propias de ese gran lago antiguo, como su salinidad, si estaba en periodo de sequía o aumentaba su tamaño. Los registros de estos fósiles pequeños han sido realizados principalmente en los lagos de Chalco y Texcoco y sus alrededores, aunque faltan estudios sobre la parte norte del gran lago antiguo.
Imagen: Myriophyllum. Foto: María Elena García Armenta / CONABIO.
Felisa Josefina Aguilar Arellano. Maestra en ciencias biológicas por la UNAM. Profesora del INAH y presidente del Consejo de Paleontología del INAH. Estudia procedimientos de gestión y puesta en valor del patrimonio paleontológico en México.
J. Alberto Cruz José Alberto Cruz Silva. Doctor en ciencias biológicas por la UNAM.
Estudió el sitio del AIFA-Santa Lucía como posdoctorante del INAH; posdoctorante en La Brea Tar Pits and Museum.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
Aguilar Arellano, Felisa Josefina y J. Alberto Cruz, “Sala 3. La biodiversidad en la cuenca de México durante el Pleistoceno Tardío”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 110, pp. 26-33.