En la ofrenda mortuoria de El Zapotal en la zona de la Mixtequilla, se han localizado extraordinarias figuras de barro de diferentes tamaños entre las que destacan las llamadas "caritas sonrientes" y representaciones de Mictlantecuhtli, Huehuetéotl y las cihuateteo.
La escultura de terracota tiene una larga tradición en el actual estado de Veracruz. A excepción de los monumentos olmecas del Preclásico y de las piezas de Tajín y de la Huasteca, elaboradas en épocas más tardías, a finales del Clásico, prácticamente todos los objetos en contractos hasta ahora son de barro. En el centro del área de la Mixtequilla, la cultura Remojadas ha dejado numerosos ejemplos de su familiaridad en el modelado de ese material desde el Preclásico; más al sur, la región que conocemos ahora como la Mixtequilla nos ha asombrado con sus grandes figuras de tamaño natural. Esto a pesar de tratarse de un barro que hoy no se considera idóneo para el trabajo de los ceramistas, por contener un alto porcentaje de arena, lo cual vuelve el material muy quebradizo y con muchos problemas para la cocción. Destacan también los resultados artísticos obtenidos por los antiguos ceramistas, que lograron expresiones de sensualidad y vigor en el rostro y el cuerpo humanos, que en su desnudez pueden compararse con las obras; de sus vecinos, los mayas. Asimismo, sobresalen las conocidas figuritas sonrientes, obtenidas a veces con la técnica del modelado y otras mediante el uso de los moldes. La apreciación artística de esas esculturas cuenta hoy en día con un factor importante, según creo: su cercanía con un estilo al cual nuestro ojo está acostumbrado y que recibe en la cultura occidental el nombre de realismo.
La Mixtequilla es una zona que se extiende al sur del puerto de Alvarado, entre los ríos Blanco y Papaloapan. Hay que aclarar que su nombre es muy moderno, de finales del siglo XIX, y se debe a una migración mixteca que llegó por esa época a trabajar en los campos de algodón. Los pobladores de la zona a finales de la época prehispánica fueron los totonacas, aunque no sabemos quienes la habitaban en el Clásico Tardío (600-900 d.C.), periodo al que pertenecen las figuras a las que haré referencia aquí. En tiempos prehispánicos la zona estuvo densamente poblada y los sitios arqueológicos más conocidos hoy son El Zapotal, Los Cerros, Dicha Tuerta, Nopiloa, Madereros, Apachital, El Cocuite y Cerro de las Mesas. Ahí se han realizado hallazgos verdaderamente impactantes, tanto por la cantidad de piezas como por su calidad y dimensiones, especialmente en Nopiloa, El Cohuite y El Zapotal.
La ofrenda mortuoria de El Zapotal contenía más de 400 figuras. Aunque desconocemos el nombre del grupo étnico que las creó y el idioma que hablaba, es seguro que eran mesoamericanos y que participaban de una tradición común con sus vecinos contemporáneos y con los pueblos de un desarrollo más tardío. Entre las características similares en toda el área de Mesoamérica se encuentran algunos aspectos religiosos y creencias relacionados con la vida de ultratumba. Esto ha llevado a los investigadores a nombrar e interpretar las imágenes de la Mixtequilla a la luz de las fuentes que mejor conocemos, las del Centro de México. en las que aparecen registradas con nombres en náhuatl. De esta manera, entre las esculturas de esta zona del Golfo se ha encontrado Mictlantecuhtli, a Huehuetéotl o a las cihuateteo.
Dúrdica Ségora. Historiadora del arte. Investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas y profesora del posgrado en historia del arte y en el Colegio de Historia de la FFYL, UNAM.
Ségora Dúrdica, “Escultura de la Mixtequilla, Veracruz”, Arqueología Mexicana núm. 71, pp. 72-75.
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