¿Sabías que?...
• Huapalcalco es una palabra de origen nahua que significa “en el lugar de la casa de madera”.
• Aunque el edificio que se encuentra en la Plaza Principal, en la ladera del Cerro El Tecolote, es el único explorado y restaurado para su visita pública el sitio es más extenso.
• En algunos de los demás edificios del sitio se han encontrado vestigios de pintura mural.
• Aquí se han encontrado evidencias arqueológicas de considerable antigüedad, entre ellas uno de los primeros enterramientos ceremoniales de perros en Mesoamérica.
• El auge del sitio corresponde al Epiclásico (650-900 d.C.).
• Huapalcalco es el sitio más relevante de la región de Tulancingo, la que por su privilegiada ubicación fue una zona fundamental en las redes de comercio entre distintas áreas mesoamericanas.
• Si bien los materiales del sitio muestran relación con Teotihuacan, existen evidencias de contactos con otras zonas como Tajín, Cacaxtla y Xochicalco.
• En las cercanías se encuentra un yacimiento de obsidiana, llamado El Pizarrín, donde se elaboraban objetos como raspadores de maguey, puntas de proyectil y cuchillos que se comerciaban en las zonas cercanas pero también en regiones tan distantes como el Petén Guatemalteco.
• En el acantilado de El Tecolote se localizan pinturas de color rojo con representaciones de seres humanos y animales.
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La plaza ceremonial. Fue explorada por Florencia Müller y César Lizardi Ramos en 1954. Aquí se encuentra un basamento con rasgos arquitectónicos que denotan una cierta influencia teotihuacana, como el llamado talud-tablero. Frente a ella se encuentra una piedra de buen tamaño que ha sido considerado como un altar-estela.
Imagen: Pirámide principal, Huapalcalco, Hidalgo. Foto: Santiago Noriega / Raíces.
Enrique Vela. Arqueólogo por la ENAH, editor. Desde hace 30 años trabaja en el ramo editorial. Editor de la revista Arqueología Mexicana.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
Vela, Enrique, “Huapalcalco”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 112, p. 38-40.