La cultura hohokam del sur de Arizona

Paul R. Fishm Suzanne K. Fish

Además de hábiles agricultores que usaron un amplio abanico de estrategias para cultivar sus áridos terrenos, los hohokam se distinguen por haber construido enormes sistemas de canales de riego y por haber erigido juegos de pelota y plataformas –de tamaño modesto si se les compara con otros monumentos del mundo antiguo– sin dirigentes poderosos ni burocracias.

 

Algunas de las más notables civilizaciones preindustriales florecieron en regiones cálidas y secas; los desiertos de Arizona no son la excepción. La ciudad de Phoenix, actualmente una de las cinco más grandes de Estados Unidos, como indica su nombre renació, pero no de las cenizas, sino de las ruinas de lo que antes de 1500 d.C. fuera uno de los valles más poblados y prósperos de la región.

En 1892, Frank Hamilton Cushing, pionero de la arqueología, entró en el valle, se paró sobre un montículo de tierra prehispánico, en lo que más tarde sería la ciudad de Phoenix, y contempló asombrado “…uno de los asentamientos antiguos más grandes que haya visto… que se extendía hacia el norte, este y sur en lo que parece una interminable sucesión de restos de antiguas casas de adobe derruidas”. Los empresarios que llegaron del este del país unas décadas antes, habían observado, como Cushing, no solamente las ruinas de adobe sino también los canales prehispánicos más grandes de toda América, hasta el norte de Perú. Pronto reaparecieron instalaciones de riego que habrían de permitir el rápido crecimiento de la ciudad, trazados sobre las huellas de los antiguos canales prehispánicos. 
El asombroso pueblo al que los arqueólogos llaman los hohokam, construyó esos montículos de tierra, los densos conjuntos de casas de adobe y los enormes canales que tanto impresionaron a los visitantes en el valle del río Salado. 

La cuenca de Phoenix, en la confluencia de los ríos Salado y Gila, fue su centro geográfico y cultural entre 450 y 1450 d.C., el llamado “milenio hohokam”. Los hohokam tuvieron, durante mil años, una identidad cultural característica, que los distingue de los diversos pueblos que habitaron en el pasado los vecinos territorios del Suroeste estadounidense y el noroeste mexicano.

 

¿Quiénes fueron los hohokam?

 

Los restos más distintivos y abundantes de los antiguos hohokam son fragmentos de cerámica, de crema a café, con diseños de pintura rojos, que abundan en la superficie de las cuencas del sur de Arizona. Los hohokam fueron hábiles agricultores que usaron un amplio abanico de estrategias para cultivar sus áridos terrenos. Las redes de irrigación que construyeron sólo son superadas, en extensión y dimensión, por los canales de los imperios andinos. Además de crear estilos peculiares en sus utensilios, los hohokam se distinguen de los antiguos Pueblo (anasazi), mogollón y otras culturas arqueológicas del Suroeste de Estados Unidos por la forma de los edificios públicos de los sitios más grandes. Los juegos de pelota y las plataformas son prueba de las creencias únicas y de los rituales comunales hohokam. 

 

Fish R. Paul, y Suzanne K. Fish, “La cultura hohokam del sur de Arizona”, Arqueología Mexicana núm. 97, pp. 39-45.

 

• Paul R. Fish. Curador de arqueología en el Museo Estatal de Arizona. Profesor del Departamento de Antropología de la Universidad de Arizona. Es especialista en los patrones de asentamiento prehispánicos de los pueblos de la frontera de México y Estados Unidos, y en los pescadores de Brasil.

• Suzanne K. Fish. Curadora de arqueología en el Museo Estatal de Arizona. Profesora del Departamento de Antropología de la Universidad de Arizona. Es especialista en etnobotánica, prácticas agrícolas tradicionales, sociedades sin Estado y arqueología del Suroeste de Estados Unidos y el noroeste de México.

 

Texto completo en la edición impresa. Si desea adquirir un ejemplar: http://raices.com.mx/tienda/revistas-las-culturas-de-sonora-AM097