La flota de Cortés llega a Cozumel

Encuentro con Jerónimo de Aguilar y Gonzalo Guerrero

Eduardo Matos Moctezuma

El 10 de febrero de 1519 –según relata Bernal Díaz del Castillo– Hernán Cortés se hizo a la mar con un total de 11 navíos, desacatando así las órdenes del gobernador de Cuba, Diego Velázquez, quien ya no tenía confianza en el capitán extremeño y lo había mandado detener. Llegó así a la isla de Cozumel, donde se enteró de dos españoles que habían naufragado años atrás y habían llegado, junto con otros compañeros, a tierras mayas. Cortés decide escribirles para que se unan a su empresa conquistadora y la carta de referencia dice así:

Señores y hermanos: aquí, en Cozumel, he sabido que estáis en poder de un cacique detenidos, y os pido por merced que luego os vengáis aquí, a Cozumel, que para ello envío un navío con soldados, si los hobiésedes menester, y rescate para dar a esos indios con quien estáis; y lleva el navío de plazo ocho días para os aguardar. Veníos con toda brevedad, de mí seréis bien mirados y aprovechados. Yo quedo en esta isla con quinientos soldados y once navíos... (Díaz del Castillo, 2014, pp. 98-99).

El resto de esta historia lo conocemos: los enviados encuentran a Jerónimo de Aguilar, oriundo de Écija. Era Jerónimo hombre de clerecía y al parecer tenía órdenes eclesiásticas y leía su Libro de horas que había rescatado del naufragio. Como dije en algún momento, cuando veía pasar una mujer maya debió de clavar la mirada en su libro para evitar voltear a verla. En cambio, el otro náufrago, Gonzalo Guerrero, nacido en Palos, pronto se adaptó a la vida de los mayas y tuvo mujer de la que nacieron tres hijos, los primeros mestizos en tierras mesoamericanas. Recordemos los hechos: Jerónimo va en búsqueda de Gonzalo para darle la grata nueva de que hay españoles en la costa para recogerlos. La respuesta de este último es definitiva:

“Hermano Aguilar, yo soy casado y tengo tres hijos, y tiénenme por cacique y capitán cuando hay guerras; íos vos con Dios, que yo tengo labrada la cara y horadadas las orejas. ¿Qué dirán de mí desque me vean esos españoles ir desta manera? E ya véis estos mis hijitos cuán bonicos son…” (Díaz del Castillo, 2014, p. 100).

 

Eduardo Matos Moctezuma. Maestro en ciencias antropológicas, especializado en arqueología. Fue director del Museo del Templo Mayor, INAH. Miembro de El Colegio Nacional. Profesor emérito del INAH.

Matos Moctezuma, Eduardo, “La flota de Cortés llega a Cozumel”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 93, pp. 14-21.