La ofrenda de comida

Elena Mazzetto

Hacia una definición de la comida ritual

Los aspectos más significativos que delimitan la comida ritual o ceremonial no están relacionados con el uso de ingredientes de acceso restringido, sino con el tipo de comensalidad que se generaba y debido al espacio-tiempo en el que estos manjares eran preparados y consumidos. Estos alimentos desempeñaban la función de convocar e intercambiar con distintas clases de seres portadores de un estatus ontológico distinto al del hombre, como dioses o difuntos. Si, por un lado, la acción de ofrendar y compartir un platillo era una manera de establecer y garantizar una alianza, por el otro era imprescindible que esta acción tuviera lugar en espacios adecuados para tal intercambio, como los santuarios en la cumbre de los templos (teocalli), en las residencias de los sacerdotes (calmécac), o en espacios abiertos –como altares, encrucijadas, cumbres de los cerros, ríos...–, esto es, lugares tenidos como umbrales. El tiempo apropiado coincidía con el de la fiesta, cuando los esfuerzos colectivos de la comunidad estaban encaminados a propiciar y reafirmar sus lazos con las divinidades, participando en la puesta en escena del nacimiento, vida, sacrificio y consumo de éstas en el ciclo festivo.

Imagen: Tlamanaliztli: la ofrenda. Primeros Memoriales, f. 254v. Digitalización: Raíces.

 

Elena Mazzetto. Doctora en historia por la Universidad Ca’Foscari di Venezia y por la Université de Paris I Panthéon-Sorbonne. Profesora en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM (SUAYED) y autora del libro Lieux de culte et parcours cérémoniels dans les fêtes des vingtaines à Mexico-Tenochtitlan (Oxford, bar, 2014), así como de varias publicaciones dedicadas a las fiestas de las veintenas mexicas y a la comida ritual.

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

Mazzetto, Elena, Ana María, “Cocinando para los dioses y los hombres.  Los alimentos rituales en las fiestas religiosas de los antiguos nahuas.”, Arqueología Mexicana, núm. 168, pp. 26-33.