Eduardo Matos Moctezuma
Con este nombre ha pasado a la historia la derrota sufrida por Cortés y sus hombres en aquella trágica ocasión en que, amparados por la noche, huyeron del palacio de Axayácatl por la calzada de Tacuba. Al ser descubiertos, de inmediato se generaliza el ataque por parte de los mexicas, comandados por Cuitláhuac, ahora investido como tlatoani. Conocemos el final de esta acción: las tropas peninsulares y sus aliados indígenas son atacados y se producen muchas bajas en el ejército, así como pérdidas de caballos y armas. Hay que recordar que la calzada de Tacuba estaba hecha en tramos en los que se combinaban partes sólidas con puentes que podían removerse. Podemos apreciar esto en un mapa que manda hacer Cortés y que envía al rey de España, el cual fue publicado en Nuremberg en 1524. Al quitarse los puentes, queda atrapado Juan Velázquez de León, quien dirigía la retaguardia. Mueren muchos soldados y el mismo Velázquez de León encuentra la muerte en esta empresa. Los españoles huyen hacia tierra firme y no tienen reposo ante el embate enemigo. Cortés considera que ha sido un fuerte golpe a sus fuerzas y en un momento se dice que lloró las pérdidas (Matos, 2018).
Después de muchas peripecias, finalmente Cortés y sus fuerzas regresan para sitiar a Tenochtitlan y Tlatelolco. De esto hablaremos en la segunda parte de este escrito.
Eduardo Matos Moctezuma. Maestro en ciencias antropológicas, especializado en arqueología. Fue director del Museo del Templo Mayor, INAH. Miembro de El Colegio Nacional. Profesor emérito del INAH.
Matos Moctezuma, Eduardo, “La triste noche de la Noche Triste”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 93, pp. 52-55.