Las serpientes en los códices y en las fuentes sahaguntinas
Dentro de los capítulos 4 y 5, del libro XI del Códice Florentino, Sahagún describe alrededor de 30 especies distintas de serpientes, pero es interesante que el franciscano y sus colaboradores hayan incluido en su lista a reptiles con alguna condición sobrenatural, a las que denomina “monstruosas en ferocidad” o de “propiedad monstruosa”, refiriéndose con ello a su gran tamaño, a lo letal de su veneno, a la astucia para cazar humanos o a las propiedades curativas al ingerir su carne o piel.
Si bien esta condición extraordinaria de algunas serpientes pudiera ser reflejo de las concepciones indígenas prehispánicas, hemos detectado, por otro lado, que existen ciertas descripciones en su naturaleza que dejan ver la influencia europea sobre el sistema de creencias nahuas. Un ejemplo de ello se encuentra en la chiauhcóatl o chiáhuitl:
Hay una culebra en esta tierra que se llama chiáhuitl o chiauhcóatl. Es larga y gruesa. Tiene gran cabeza, y tiene eslabones en la cola… Acecha a los que pasan por los caminos, especialmente a las mañanas. Pónese cerca de los caminos, un poco apartada, tanto cuanto puede saltar para picar al que pasa. Y primero se prueba en un árbol: salta contra él y pícale. Y en viniendo un caminante, hace lo mismo y mátale. Esta culebra es más brava y muerde más veces en tiempo de las aguas, porque tiene entonces más ponzoña. Y esto a la mañana, porque al mediodía y a la tarde no tiene fuerza su ponzoña… (Sahagún, vol. 2, 1989, p. 724).
En un bestiario medieval que se localiza en la Biblioteca Bodleiana de la Universidad de Oxford, se describe:
Hay otros tipos de serpientes tales como admoditae, elephantia, camedracontes. Hay tantos nombres para ellas como diferentes tipos de veneno mortal. Todas las serpientes son de naturaleza fría, y pueden sólo dañar cuando se vuelven calientes. Mientras están frías, no tocarán a nadie. Entonces su veneno es más dañino en el día que por la noche. En la frialdad de la noche, ellas pierden su fortaleza, porque se vuelven frías en el rocío de la noche [traducción del autor] (Barber, 1993, p. 195).
Imagen: Petate de serpientes o coapétlatl. Códice Florentino, lib. XI, f. 84r. Reprografía: Marco Antonio Pacheco / Raíces. La serpiente chiauhcóatl acechando a un caminante. Códice Florentino, lib. XI, cap. 5, f. 80r. Foto: Biblioteca Nacional de Antropología e Historia.
Manuel A. Hermann Lejarazu. Doctor en estudios mesoamericanos por la UNAM. Investigador en el Ciesas-D.F. Se especializa en el análisis de códices y documentos de la Mixteca, así como en historia prehispánica y colonial de la región. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
Hermann Lejarazu, Manuel A., “Las serpientes en los códices y en las fuentes sahaguntinas”, Arqueología Mexicana, núm. 179, pp. 86-87.