Los pochtecas como espías

Se afirma a menudo que el tributo siguió al comercio, sugiriendo un papel político más directo para los mercaderes, el cual tal vez pudieron tener, pero no está claro cuándo los pochtecas  comenzaron de hecho a espiar en beneficio del Estado. Esta actividad pudo haber sido un resultado lógico de las regulares actividades comerciales de los pochtecas , cuando sus viajes y comercio extensivos acaso les dieron un conocimiento detallado de tierras lejanas, rutas y vulnerabilidades estratégicas. Pero Sahagún sólo registra el espionaje pochteca  durante el periodo del rey Ahuítzotl (1486-1502), sugiriendo una tardía adopción de esa tarea, después de que el imperio se había extendido a territorios más distantes y desconocidos. Y se registra en este papel de espías a los pochtecas  al haber transportado artículos de comercio más utilitarios. En el comercio regular a larga distancia, no era práctico llevar artículos tan relativamente baratos en vista de los costos del transporte. De hecho, el único ejemplo de Sahagún sobre esta práctica ocurrió cuando los pochtecas  emprendieron un viaje subrepticio más allá del imperio. Tan terrenales artículos eran sólo llevados cuando  los mercaderes viajaban bajo un disfraz más allá del imperio para respaldar la apariencia que adoptaban. Aunque los pochtecas probablemente buscaban todavía sitios exóticos en esas tierras extrañas y aún independientes, los bienes que llevaban para intercambiar, como herramientas de obsidiana, conchas y agujas, eran precisamente aquellos que no despertarían sospechas, lo que seguramente si sucedería con mercaderías de la elite azteca, que alertarían a los lugareños sobre la verdadera identidad de los pochtecas .

Estas correrías encubiertas más allá del imperio tal vez no fueron provechosas, o al menos no tan provechosas como habrían sido de haber llevado ellos las mercaderías de la elite, pues las mercancías utilitarias eran bastante más pesadas en relación con su valor. Pero el objeto de tales intercambios era principalmente político y estratégico, no económico. Así que los productos utilitarios no se hallaban entre la mercancía regular de los pochtecas , sino meramente los productos necesarios para ese propósito específico, una necesidad que tan pronto aquella ciudad distante era conquistada, iba a cesar y a desplazarse más allá de los nuevos límites del imperio.

Traducción: José Luis Alonso Cruz

 

Tomado de Ross Hassig, “El comercio a larga distancia en Mesoamérica y los pochtecas”, Arqueología Mexicana núm. 122, pp. 20-27.

 

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