La máscara que aquí presentamos es un bello ejemplo de la destreza artesanal de los grupos de Tlatilco. Muestra a un animal fantástico en el que predominan los rasgos de un mono. En el Preclásico el mono fue un animal sagrado y en el Posclásico se le identificaba con Xochipilli, dios de la primavera, el verano, el amor, la danza y la música. Como parte del sistema de intercambio mesoamericano, Tlatilco estaba relacionado estrechamente con la cultura olmeca de la costa del golfo de México, lo cual se aprecia en la iconografía plasmada en esta magnífica máscara. Los elementos asociados con el mono, animal común en las zonas costeras, se combinan con elementos fantásticos y con el motivo decorativo conocido como ílhuitl (líneas en forma de ganchos) ubicado a la altura de las orejas, de donde surgen líneas que cubren parte de la cara. El fino acabado en negro, las acanaladuras en la decoración y el pigmento rojo frotado también están asociados con grupos olmecas.
Tomado de Patricia Ochoa Castillo, “Máscara ceremonial de Tlatilco, estado de México”, Arqueología Mexicana, núm. 89, pp. 16-17.