Piedra del Antiguo Arzobispado

Claude-François Baudez

La conversión de los ídolos

Otro monolito cilíndrico, análogo a la Piedra de Tízoc, fue descubierto en 1988 en el Antiguo Arzobispado, cerca del sitio donde se erigía la casa del conquistador Rodrigo Gómez Dávila. Mide 224 cm de diámetro y de 68 a 76 cm de altura. Sus costados están esculpidos con 11 escenas de conquista, ya escenificadas en la Piedra de Tízoc, que cuenta con cuatro más. El vencedor no se nombra; para Felipe Solís, se trata de Moctezuma I, para Michel Graulich, de su sucesor Axayácatl. Las escenas de conquista se presentan entre dos frisos horizontales compuestos por varios motivos, la mayoría alusivos al sacrificio: mano cortada, huesos cruzados, corazón, calavera, cuchillo; también se observa una mitra real, una atadura, una cruz en un anillo, una X en un anillo y el cipactli. La cara superior del monolito está tallada con una imagen “genérica” del Sol, conformada por fajas concéntricas y elementos radiantes. En el fondo de la oquedad central, de 45 cm de diámetro y 20 cm de profundidad máxima, está tallada una cabeza humana en altorrelieve. Según Eduardo Matos (2009), su frente está ceñida con una banda ornada con cuatro discos que rodean un relieve que podría haber representado un pájaro. El rostro está adornado con un largo tubo nasal y orejeras circulares con sus colgantes. Felipe Solís pensó que podía tratarse de Xiuhtecutli. En nuestra opinión esta cabeza, de acuerdo con sus ornamentos, podría ser la de Tonatiuh (como aparece en la página 71 del Códice Borgia), lo que haría mucho más sentido si los sacrificios destinados al Sol se realizaran en este monolito. Al igual que la cavidad de la Piedra de Tízoc, la del cilindro del Antiguo Arzobispado ciertamente es contemporánea de su entorno, dado que encaja perfectamente en la estructura de la decoración. Es inútil precisar que no está acompañada de canal, lo que tiende a confirmar que la que aparece en la Piedra de Tízoc es una modificación posterior. Es posible que una cabeza en altorrelieve haya ocupado originalmente el fondo de la cavidad de la Piedra de Tízoc. Quizá destruida por la excavación del canal o para ceder el lugar a la cruz de piedra erigida en el siglo xix en el centro del monolito (Mayer, 1953, p. 119).

 

Claude-François Baudez (1932-2013). Fue director de investigación honorario del Centre National de la Recherche Scientifique de Francia. Realizó investigaciones arqueológicas en Costa Rica, Honduras y México.

Baudez, Claude-François, “La conversión de los ídolos”, Arqueología Mexicana, núm. 122, pp. 18-19.

Si desea leer el artículo completo, adquiera nuestra ediciones impresa o digital:

Comercio y mercado. Versión impresa.