Virginia Arieta Baizabal
Hasta hace algunos años, poco se sabía de las viviendas olmecas. Actualmente, gracias al uso de estrategias metodológicas interdisciplinarias y a los avances en las tecnologías digitales, la arqueología es capaz de observar y explicar mucho de las casas del Preclásico Temprano, las personas que las habitaban y las actividades cotidianas que se llevaban a cabo.
Durante décadas, la arqueología de la costa sur del Golfo de México estuvo enfocada en el descubrimiento del majestuoso arte monumental olmeca, en el que destacan los enormes tronos monolíticos y las imponentes cabezas colosales de San Lorenzo. Por un lado, en la época en la que se desarrollaron estas investigaciones permeaba el interés por la búsqueda de manifestaciones de un pasado glorioso, como los monumentos. Por otro, la realidad es que la exploración, la identificación y el análisis de viviendas correspondientes al periodo Preclásico son sumamente complicados de llevar a cabo. Todo lo anterior provocó que los estudios pioneros centrados en San Lorenzo giraran en torno al orden social y cosmogónico de la clase gobernante. Por lo tanto, hasta hace algunos años, muy poco se sabía del resto de la población, de componentes socioeconómicos diversos.
La antigüedad de más de 3 000 años, la considerable profundidad de sus estratos ocupacionales de hasta 20 m, un sistema constructivo basado en edificios hechos completamente de tierra y las peculiares características del medio ambiente del sitio –una isla ubicada entre popal y pantano, centrada en tierras altas y firmes a salvo de las inundaciones anuales y típicas de la selva húmeda tropical– en conjunto, provocan que el abordaje del tema sobre las viviendas olmecas de San Lorenzo no sea nada fácil. No obstante, proporcional a su dificultad, se encuentra la importancia de su estudio.
Comprender la interrelación entre la arquitectura doméstica, los habitantes de un lugar y su entorno es clave para entender cómo y por qué la población ocupa ciertos espacios en un asentamiento. Actualmente, somos testigos de cómo la dinámica poblacional se vincula con la distribución, el tamaño y los materiales constructivos de las viviendas, por lo que el trazo de tendencias espaciales y de diseño puede conducir a la articulación de fenómenos socioeconómicos y demográficos de la población que las habita. De acuerdo con lo anterior, el estudio de las viviendas olmecas puede ayudar a obtener una visión general de la dinámica poblacional de esa sociedad.
Por la complejidad del tema, la investigación sobre este tópico requiere necesariamente la aplicación de métodos interdisciplinarios y el uso de nuevas tecnologías digitales y espaciales para la obtención y el análisis de la información, que a la par de las tradicionales técnicas arqueológicas, proporcionen los elementos necesarios para el abordaje de la dinámica poblacional olmeca a partir de sus viviendas.
La identificación de viviendas olmecas en San Lorenzo
Desde sus inicios, el Proyecto Arqueológico San Lorenzo Tenochtitlán (PASTL), dirigido por Ann Cyphers, tuvo como parte de sus objetivos principales conocer el tamaño del sitio, estimar el número de pobladores y estudiar la distribución interna del asentamiento, así como la identificación de áreas residenciales y productivas. Por consiguiente, y luego de la experiencia de varias temporadas de excavación, en las que las características fisiográficas y culturales ya mencionadas dificultaron la labor arqueológica –sin mencionar el alto costo en recursos y tiempo que implica la realización de excavaciones extensivas en la costa del Golfo (las temporadas de campo en el sur de Veracruz se limitan a la época de secas, que consta de cuatro meses al año)–, el PASLT desarrolló un proyecto de muestreo sistemático mediante un programa de pruebas con barreno.
Esta técnica de excavación en la arqueología tiene sus orígenes práctico-científicos en la geología, la geomorfología y la ingeniería. Consiste en la realización de perforaciones por medio de un equipo manual para barrenar, accionado por una manivela para perforar mediante un movimiento helicoidal producido por las cuchillas de la parte inferior. Tiene como función obtener muestras de terreno de manera continua y con una alteración mínima del suelo a diferentes profundidades, para un posterior análisis de carácter tacto-visual y digital. Esta micro-excavación suministra información estratigráfica que permite identificar capas culturales, como las que distinguen los pisos de estructuras arquitectónicas. Entre los objetivos particulares del programa de pruebas con barreno en San Lorenzo estuvieron el esclarecimiento del tamaño y las características de la arquitectura habitacional con el objetivo de reconstruir la dinámica y el desarrollo poblacional olmeca.
Durante las temporadas de campo de 2005 a 2007 se realizaron 2 602 pruebas con barreno, a intervalos de 20 m, cubriendo un gran porcentaje del sitio arqueológico. Por medio de ellas se obtuvo información relativa a 25 820 estratos, de los cuales 1 609 resultaron ser pisos de estructuras arquitectónicas como viviendas, áreas ceremoniales y áreas productivas, que en conjunto permitieron responder cuestionamientos clave para entender el desarrollo de esa sociedad olmeca y la estimación de su población.
Esta gran cantidad de información requirió la construcción de una base de datos con las tres variables básicas para cualquier estudio arqueológico: 1: espacio (ubicación geográfica específica de cada prueba con barreno), 2: tema (material del suelo, espesor, profundidad) y 3: tiempo (fase ocupacional, etapa constructiva). Con el aprovechamiento de las nuevas tecnologías de análisis geoespacial, como los Sistemas de Información Geográfica, se llevó a cabo un análisis exhaustivo de los pisos de las estructuras arquitectónicas. Por medio de la elaboración de mapas de concentración respecto del tamaño, la ubicación, el diseño, los materiales constructivos y el número de habitantes, se pueden observar tendencias sobre las viviendas y la población olmecas a lo largo de todas sus fases de ocupación, en el periodo 1800- 1000 a.C. Este estudio condujo a interpretaciones importantes en torno a los aspectos demográficos y socioeconómicos de la población de San Lorenzo durante el Preclásico Temprano y el papel que desempeñó en Mesoamérica.
Virginia Arieta Baizabal. Arqueóloga, maestra en estudios mesoamericanos y doctora en antropología. Investigadora del Instituto de Antropología de la Universidad Veracruzana.
Arieta Baizabal, Virginia, “Población y vivienda en San Lorenzo”, Arqueología Mexicana núm. 150, pp. 32-39.
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