Primeras exploraciones en Palenque

Leonardo López Luján

Por aquellos mismos años se realizaron tres exploraciones sucesivas del sitio maya de Palenque: la del teniente santanderino Joseph Antonio Calderón en 1784; la del arquitecto italiano Antonio Bernasconi (ca. 1710-1785) en 1785, y la del capitán ¿guatemalteco, novohispano, peninsular? Antonio del Río (ca. 1745-ca. 1789) en 1787. Las dos primeras, vale la pena recordarlo, habían sido comisionadas desde la ciudad de Guatemala por el gobernador y capitán general José Juan de Estachería, en tanto que la tercera lo había sido desde España por el cosmógrafo mayor de Indias Juan Bautista Muñoz. Las tres produjeron informes ilustrados de calidades muy desiguales, ninguno de los cuales se divulgó ampliamente en aquel entonces. El de Calderón cuenta con cuatro bocetos a tinta que nos revelan a un militar falto de dotes artísticas. Uno de ellos intenta reproducir la escena central del tablero del Templo del Sol y otros dos a dignatarios con lanzas, quizás relieves de estuco que adornaban la fachada oriental del Palacio. El cuarto es un alzado cuasi infantil de la torre de este último complejo arquitectónico.

El informe de Bernasconi también está acompañado de cuatro dibujos, aunque a tinta y aguada, en los que la mano normalizadora del arquitecto plasma como un rectángulo la planta trapezoidal del Palacio y como un círculo la silueta oval de un tablero. Su dibujo 1º es un útil mapa del sitio arqueológico y sus inmediaciones; el 2º reúne plantas, alzados y cortes de la llamada “Casa 1” (extraña mezcla del Templo de la Cruz con el de las Inscripciones) y la “Casa 2” (quizás parte del Grupo Norte); el 4º incluye planta, alzado y cortes del Palacio. De gran interés es el dibujo 3º, pues muestra nueve relieves, tanto de piedra como de estuco, del Palacio y las casas 1 y 2. Según David y George Stuart, la imagen de un relieve de la escalera que desciende a los subterráneos del Palacio es el más antiguo registro gráfico reconocible de inscripciones jeroglíficas mayas.

A diferencia de sus dos antecesores, Del Río viajó a Palenque con Ignacio Armendáriz, lo que aseguró un registro visual considerablemente más próximo a la realidad. Este fino pintor guatemalteco elaboró al menos una treintena de estampas en las peores circunstancias climáticas. Entre ellas destacan las del Palacio (los personajes de los pilares exteriores, los paneles jeroglíficos de los corredores abiertos, el trono de la Casa E, los adornos de las paredes interiores), así como las de los estucos de los pilares del Templo de las Inscripciones, los tableros del Grupo de la Cruz y el desaparecido “Bello relieve” del Templo del Jaguar. Al año siguiente y en la ciudad de Guatemala, el ingeniero extraordinario Josef de Sierra tuvo la encomienda de pasar en limpio y en varios juegos estas imágenes de Armendáriz.

Imágenes: Palenque. Dibujos en tinta de Calderón (1784). a) Sección central del tablero del Templo del Sol. Archivo General de Indias, Sevilla. Foto: Archivo General de Indias. b) Dibujo de Linda Schele. Reprografía: Marco A. Pacheco / Raíces.

 

Leonardo López Luján. Doctor en arqueología por la Universidad de París Nanterre y director del Proyecto Templo Mayor del INAH. Miembro de El Colegio Nacional.

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

López Luján, Leonardo, “Periodo colonial. Nueva España y Guatemala (1521-1821)”, Arqueología Mexicana, Edición especial, núm. 99, pp. 30-77.