Nejapa, Oaxaca. Encrucijada y lugar de interacción a través del tiempo

Por: Stacie M. King

Nejapa, ubicado sobre una ruta comercial importante entre los Valles Centrales de Oaxaca y el Istmo de Tehuantepec, ha sido un lugar de interacción por más de 2000 años. Entre 1350 y 1650 d.C., los hablantes de mixe, chontal y zapoteco que vivían en Nejapa se encontraban bajo la presión de los esfuerzos invasores de tres imperios (zapotecos, mexicas y españoles), pero su conocimiento del terreno, el acceso a recursos e ideas, y su capacidad de adaptación al enfrentarse con estas presiones, les permitieron sobrevivir en la Sierra Sur.

La región de Nejapa se localiza en la zona montañosa, en un punto medio en distancia y elevación entre los altos de los Valles Centrales de Oaxaca y las planicies y playas del Istmo de Tehuantepec, en el sureste de Oaxaca. Nejapa fue un paso obligatorio en la ruta comercial que conduce desde la Cuenca de México a la costa de Chiapas y Guatemala.

Hasta 2009, nuestra única fuente de información sobre los habitantes prehispánicos de la región de Nejapa procedía de los textos coloniales del siglo XVI y los estudios etnohistóricos de Oaxaca. Así, se sabe que en las décadas antes de la llegada de los españoles, los mexicas construyeron un gran imperio que incluyó parte de lo que es hoy en día Oaxaca. A mediados del siglo XV, una facción de los zapotecos, bajo el mando de Cosijopij/Ecaquiahuitl, descendió de los Valles Centrales para tomar el control en la zona costera del Istmo de Tehuantepec. Los españoles tomaron la misma ruta, aliados con los zapotecos.

Todos ellos buscaban el acceso directo a los recursos naturales del Istmo y la costa de Soconusco, especialmente sal y cacao. La ruta usada por los zapotecos, mexicas y españoles en sus incursiones atravesaba directamente la región de Nejapa, donde vivieron miles de personas de diversos orígenes, incluyendo entre ellos hablantes de los idiomas mixe, chontal y zapoteco.

Durante 1350 y 1650 d.C., Nejapa funcionó como una encrucijada y lugar de interacción de los intereses y conquistas de tres imperios (zapotecos, mexicas y españoles) en un lugar donde ya vivía una población indígena formada por hablantes de mixe, chontal y zapoteco. Estas acciones están respaldadas por el papel de Nejapa en la ruta comercial entre los Valles Centrales y el Istmo. En estos años hubo personas asentadas en el valle, en el piedemonte y en las montañas, algunas que no se preocupaban por incursiones violentas y otras protegidas en laderas y elevaciones de las montañas. Los estilos en arquitectura, cerámica y obsidiana muestran variación a lo largo de la región en el acceso a bienes de prestigio (cerámica policroma, metal [cobre], cuentas de vidrio, piedras grabadas y obsidiana de diferentes fuentes), al mismo tiempo que la gente compartía ideas entre sí sobre la producción de cerámica y la construcción de sus casas.

En la portada del artículo vemos una peña rocosa en las montañas de Nejapa, Oaxaca, cerca de una cascada natural, grabada con glifos zapotecos y otros diseños. Estos grabados son evidencia de prácticas de ritos mánticos asociados con el paisaje sagrado. Foto: Proyecto Arqueológico Nejapa Tavela.

Tomado de: Stacie M. King (2025) Nejapa, Oaxaca. Encrucijada y lugar de interacción a través del tiempo, Arqueología mexicana, edición regular 191, pp. 40-47.