De los atavíos de las señoras Usaban las señoras vestirse los huipiles labrados y texidos de muy muchas maneras de labores, como van aquí declarado en la lengua. Usaban las señoras de poner mudas en la cara con color colorado o amarillo o prieto, hecho de encienso quemado con tinta. Y también untaban los pies con el mesmo color prieto, y también usaban traer los cabellos largos hasta la cinta. Y otras traían los cabellos hasta las espaldas; y otras traían los cabellos largos en una parte y otra de las sienes y orejas, y toda la cabeza tresquilada; y otras traían los cabellos torcidos con hilo prieto de algodón, y los tocaban a la cabeza, y ansí los usan hasta agora, haciendo dellos como unos cornezuelos sobre la frente; y otras tienen más largos los cabellos, y cortan igualmente al cabo de los cabellos por hermosearse, y entorcéndolos y atándolos parecen ser todas iguales; y otras tresquilaban toda la cabeza. Usan también las mujeres teñir los cabellos con lodo prieto, o con una yerba verde que se llama xiuhquílitl por hacer relucientes los cabellos a manera de color morado. Y también limpian los dientes con color c olorado o grana. Usaban también pintar las manos con todo el cuello y pecho. También las señores usaban de bañarse y enxabonarse [Y en] señábanlas a ser vergonzosas y hablar con reverencia y tener acatamiento a todos, y ser diestras y diligentes en las cosas necesarias a la comida y bebida, etcétera.
Fray Bernardino de Sahagún, Historia general de las cosas de Nueva España, 2000
Enrique Vela. Arqueólogo por la ENAH, editor, desde hace 30 años trabaja en el ramo editorial.
Vela, Enrique (editor), “Peinados”, Arqueología Mexicana, edición especial núm. 66, pp. 12-17.