Una tumba en el Templo del Búho. Dzibanché
En 1993, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) inició en Dzibanché, Quintana Roo, un extenso programa de excavaciones que contempla la restauración y exploración de sus principales edificios. Este trabajo permitió conocer la secuencia constructiva de su centro ceremonial y condujo a importantes descubrimientos sobre la función funeraria de sus templos. El hallazgo de tumbas en los edificios 1, 2 y 6 del Complejo Dzibanché y en los edificios 1, 4 y 5 del Complejo Kinichná ha permitido fechar con precisión los contextos de enterramiento y distinguir prácticas funerarias. Aunque hay cierta semejanza respecto a ubicación, sistema constructivo de las cámaras y calidad de las ofrendas, la tumba del Templo I –ahora llamado Templo del Búho– sorprende por su elaborada resolución arquitectónica, realizada en el basamento del edificio.
Cuando Thomas Gann visitó por primera vez Dzibanché, en 1927, estimó que la ruina más cercana a su campamento medía 148 pies de alto y se elevaba sobre un basamento piramidal, cuyo edificio superior contenía una galería abovedada y conservaba aún parte de la crestería; la llamó Templo I.
Luz Evelia Campaña. Arqueóloga y arquitecta. Investigadora del Proyecto del Sur de Quinta Roo.
Campaña V., Luz Evelia, “Una tumba en el Templo del Búho. Dzibanché”, Arqueología Mexicana, núm. 14, pp. 28-31.
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