Los enterramientos de los 24 perros localizados en Tlatilco se presentan en un alto porcentaje respecto de los 214 entierros humanos recuperados, entre primarios y secundarios, de lo que se concluye que junto con los restos de tortuga y venado cola blanca deben haber formado parte de la alimentación de los habitantes del sitio. Aunque, desde nuestro punto de vista, hay una diferencia cultural, debido a que un porcentaje alto de los enterramientos de perros se encontraron en relación anatómica, asociados a entierros humanos, y otros estaban aislados, con ofrendas o sin ellas.
Tomado de Roberto García Moll, “Los perros en Tlatilco, estado de México”, Arqueología Mexicana, núm. 125, pp. 42-47