Juan O’Gorman consideraba que el arte público debía contener un mensaje que sirviera a la clase trabajadora en su lucha social. La forma y el color debían ser retomados del arte prehispánico para que dicho mensaje fuera captado fácilmente y se creara un vínculo entre la obra y el espectador.
Para que esto sucediera, los pintores debían tener un amplio conocimiento de la historia y la arqueología. Esto es notorio si se analizan sus murales en la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (1953-1954), donde colaboró con una extensa decoración exterior en mosaico de piedra a la par de José Chávez Morado y otros pintores.
Una de las fuentes que posiblemente O’Gorman consultó para estudiar el arte prehispánico es la tesis de maestría de Eulalia Guzmán, “Caracteres esenciales del arte prehispánico de México: su sentido fundamental”, que presentó en 1932. El trabajo de Guzmán fue uno de los primeros en estudiar formalmente el arte prehispánico a partir de la historia, la filosofía y los estudios arqueológicos.
Además, fue el primero en estudiar y analizar puntualmente sus características formales a través de la teoría de Wilhelm Worringer (Guzmán fue becaria de la Fundación Humboldt de 1926 a 1929 para estudiar en Alemania filosofía, ciencias de la educación, psicología e historia de las culturas. A su regreso a México, en 1930, comenzó sus estudios de arqueología. Trabajó con Alfonso Caso, con quien descubrió Monte Albán en 1931. Véase Mendoza, 1949, p. 30).
Imagen: Murales de Juan O’Gorman, Centro SCOP. 1952. Foto: Fondo Aerofotográfico Oblicuas, FAO_01_017870, Acervo Histórico Fundación ICA.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
Ortega Hernández, Zyanya, “El arte prehispánico en los murales del Centro SCOP de Juan O’gorman”, Arqueología Mexicana, Edición especial, núm. 105, pp. 76-79.