Archivos fotográficos y alteridad en México

Bodil Christensen

Por: Carlos Arturo Hernández Dávila

La deuda que las ciencias antropológicas tienen con la fotografía se encuentra, al paso del tiempo, cada vez más acreditada. Para honrar (y mitigar) esta deuda, inauguramos esta sección que pretende poner, delante de los ojos críticos (y, esperamos, complacidos) del lector, algunos acervos fotográficos históricos que por su relevancia vale la pena difundir, y reflexionar acerca del aporte tanto del fotógrafo como de su obra al desarrollo de las ciencias de la cultura no sólo en México sino en el mundo.

Presentamos en este número tres fotografías de la fotógrafa danesa Bodil Christensen, nacida en 1896 en Holbaek, Dinamarca, llegada a México en las primeras décadas del siglo xx y fallecida en Oaxaca en 1985. Bodil Christensen realizó un amplio registro fotográfico de diversas regiones de México, lo mismo en la Sierra Norte de Puebla como en Oaxaca, el centro y el oriente del estado de México, Morelos, etc.

Es de justicia señalar que en sus inicios supo poner su cámara al servicio de algunos de sus amigos, como Guy Streasser-Péan, así como Roberto e Irmgard Weitlaner, en una época en la que la antropología mexicana se encontraba en una etapa de gozosa consolidación. Con el tiempo, Bodil Christensen realizó investigaciones propias, como la muy recordada sobre el papel indígena mexicano, en la que fue una de las pioneras en documentar el arte ritual de los recortadores de papel otomí en San Pablito Pahuatlán, Puebla.

Bodil Christensen nos ofrece imágenes humanas, cercanas, no invasivas. Presentaremos tres imágenes tomadas por ella en dos pueblos de honda raigambre otomí en el estado de México: San Pedro Azcapotzaltongo (hoy Nicolás Romero) y Huixquilucan, ambos en la Sierra de las Cruces y Montealto, hacia 1935 y 1936. En ellas vemos a mujeres con los vestidos tradicionales otomíes realizados en telar de cintura y que al día de hoy están casi totalmente olvidados, salvo en muy específicos momentos ceremoniales.