La elaboración de artefactos de jade fue un proceso largo y laborioso que constó de varias etapas tecnológicas e incluyó diversos instrumentos. Lamentablemente, en muchos casos el registro arqueológico es, en pocas palabras, muy escaso para permitir la identificación de esas tecnologías e instrumentos. Sin embargo, los datos etnohistóricos, arqueológicos y experimentales, en conjunto, pueden emplearse para identificar, describir e interpretar los procesos materiales y sociales relacionados con la producción de jade en la antigua Mesoamérica.
Como en cualquier investigación sobre el pasado, el uso de múltiples evidencias permite entender mejor cómo trabajaban el jade las sociedades mesoamericanas. Las herramientas y técnicas para trabajar el jade pueden haber cambiado a través del tiempo y el espacio, pero un factor permaneció intacto: el jade era una piedra extremadamente dura y durable, cuyo trabajo requería de una gran inversión de tiempo y mano de obra. Se seguían varios pasos y se empleaban diversas herramientas para producir un solo artefacto que, dependiendo de su elaboración, podía tomar años para terminarse. Para los pobladores de la antigua Mesoamérica, durabilidad y dureza eran, desde luego, parte del valor del jade y fungían como una metáfora de la vida misma.
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Tomado de Brigite Kovacevich, “La tecnología del jade. Explotación, técnicas de manufactura, talleres especializados”, Arqueología Mexicana núm. 133, pp. 42 - 47.