Estudio paleogenómico en población prehispánica de la Sierra Gorda de Querétaro

María C. Ávila Arcos et al.

El análisis de ADNa de los dientes de individuos prehispánicos de Toluquilla y Ranas, así como de piel de una momia infantil de Cadereyta de Montes, reveló que, a pesar de las prolongadas sequías de hace 1 100 años, las poblaciones locales permanecieron en la sierra y no fueron remplazadas por poblaciones del norte, como anteriormente se había propuesto. La minería de cinabrio, su comercio con regiones del Golfo y la agricultura permitieron su subsistencia. Además, se identificaron relaciones de parentesco de primer grado entre individuos de un mismo entierro y una disminución en el tamaño poblacional hacia el final de la ocupación del sitio. Otro aspecto analizado fue la reconstrucción paleogenómica de Tannerella forsythia, una bacteria asociada a enfermedad periodontal, así como la identificación de restos de alimentos como maíz, frijol, calabaza, y venado y guajolote. El presente y el futuro de la paleogenómica en México es prometedor, impulsado por la formación de redes de colaboración interdisciplinarias.

En febrero de 2017 comenzó a operar el Laboratorio de Paleogenómica, en el campus Juriquilla, Querétaro, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Al encontrarse en Querétaro, los primeros proyectos paleogenómicos que se realizaron han sido en colaboración con el Centro INAH del estado. Los trabajos se centraron en sitios arqueológicos de la Sierra Gorda de Querétaro y en cómo un evento climático de hace 1 100 años pudo afectar a las poblaciones prehispánicas de la región. Este proyecto marcó un hito en la historia de la paleogenómica en México, pues se trató del primer estudio de este tipo realizado en el país y liderado por una institución mexicana. Por medio del análisis paleogenómico se pudo conocer más acerca de la historia demográfica local de la población que habitó en la Sierra Gorda de Querétaro. Combinando métodos experimentales y bioinformáticos se pudo caracterizar el sexo molecular, las relaciones de parentesco, el tamaño efectivo poblacional y sus fluctuaciones en el tiempo.

María C. Ávila Arcos. Investigadora y coordinadora del Laboratorio Internacional de Investigación sobre el Genoma Humano (LIIGH), UNAM. Dirige el Laboratorio de Paleogenómica. Su grupo de investigación hace uso de la paleogenómica para estudiar las consecuencias del colonialismo europeo en México.

Viridiana Villa Islas. Investigadora postdoctoral en el Globe Institute de la Universidad de Copenhague. Durante su doctorado se centró en la investigación de la historia demográfica, diversidad y estructura genética de las poblaciones prehispánicas de México a través de la paleogenómica.

Miriam Bravo López. Investigadora postdoctoral del Centro de Ciencias Genómicas (CCG) y el LIIGH, UNAM. Su investigación se centra en la aplicación de la paleogenómica para estudiar la salud y la dieta durante los periodos prehispánico y colonial en México.

Elizabeth Mejía Pérez Campos. Doctora en antropología e investigadora del SNI. Desde 1993 ha estado a cargo del proyecto de investigación en Toluquilla, en el Centro INAH Querétaro. Contribuyó en la elaboración del expediente técnico de Toluquilla y Las Misiones para la UNESCO.

Tomado de María C. Ávila Arcos et al., “Estudio paleogenómico en población prehispánica de la Sierra Gorda de Querétaro”, Arqueología Mexicana, núm. 190, pp. 46-51.