Se trata de un grupo de esculturas que se localizaron en la vecina población de San Miguel del Milagro. En su momento, estas esculturas formaron parte de un importante edificio que indica que en su época de esplendor Cacaxtla abarcó una extensión mucho mayor de lo que actualmente es la zona arqueológica.
Las esculturas son de barro y probablemente representan a sacerdotes o deidades, los cuales están ataviados con tocados y complejos trajes y tienen una serie de elementos que permiten identificar a cada uno. La riqueza iconográfica de los personajes. la maestría y cuidado en su hechura, así como su estado de conservación, hacen de este grupo uno de los mayores atractivos del museo. Las características de las esculturas indican que están asociadas al ciclo agrícola.
Tomado de Beatriz Palavicini B. y Gilberto Reyes Zepeda, “El Museo de Sitio de Cacaxtla, Tlaxcala”, Arqueología Mexicana núm. 75, pp. 72 - 75.