Ciudad de México, 10 de septiembre de 2021.- El conservador-restaurador David Alberto Flores Rosas, quien hizo una investigación previa sobre la colección de cerámica maya del Museo Nacional de Antropología, subraya que estos objetos no fueron hechos en Jaina, una isla artificial de la franja costera de Campeche, sino que llegaron ahí, dada la relevancia de este centro rector en una larga red de intercambio que iba de la Huasteca y se extendía, vía canotaje por la Costa del Golfo, a tierra adentro con el norte de la península de Yucatán y otras zonas del área maya.
La Colección Cerámica de Jaina del Museo Nacional de Antropología, está compuesta por las figurillas que le dieron fama y por otras piezas cerámicas que proceden tanto del antiguo Museo Nacional, como de excavaciones realizadas por expertos, entre ellos Román Piña Chan. La cerámica está fechas en los periodos Clásico Temprano, Clásico Tardío y Clásico Terminal, que van del año 300 d.C. al 1200 d.C., con auge entre los años 650 y 800.
Como parte del Proyecto de Conservación de Obra Arqueológica, en el último año y medio un equipo del Laboratorio de Conservación del MNA ha trabajado en la comprobación de un método que permite erradicar, de la forma menos invasiva posible, las sales que minan la estructura de algunos de esos objetos milenarios.
A la par de la actualización del catálogo de la Colección Maya, que lleva a cabo el curador Daniel Juárez Cossío, el proyecto elaboró un diagnóstico que le permitió determinar que el deterioro por sales afecta a como sigue al acervo cerámico: De los aproximadamente tres mil piezas que integran el acervo cerámico de la Colección Maya del Museo Nacional de Antropología (MNA), alrededor de dos terceras partes tienen un bajo grado de deterioro y cerca de mil, moderado; sin embargo, 30 son casos diagnósticos de los efectos más nocivos que las sales provocan en estos materiales arqueológicos.
El equipo que trabaja en la conservación de la cerámica está integrado por Claudia Blas y los restauradores Natalia Silva Rodríguez y David Alberto Flores Rosas, explica que el retiro de sales solubles suele efectuarse con tratamientos a base de agua en estado líquido; sin embargo, las piezas procedentes de la isla de Jaina requieren de un método que minimice los riesgos de su intervención, debido a que poseen mucha decoración postcocción en colores azul, amarillo, rojo, rosa, negro y blanco.
Con información de la Dirección de Medios de Comunicación del INAH.