Son muchos los rostros de Luna.

La diosa del amor carnal también lo era del arte adivinatorio, de la medicina y de los médicos en general.

Tlazoltéotl, diosa de la inmundicia, la que provoca el placer y también purifica a los humanos.

La ambivalencia de los mexicas respecto del pulque.

Dentro de los llamados huehuetlatolli, hay dos discursos muy significativos que hacían los padres mexicas a sus hijos; en ellos se amonesta a las y a los jóvenes antes de casarse.

Entre las obras maestras del Museo Nacional de Antropología, la llamada “Diosa de Coatepec Harinas” ocupa un lugar de privilegio.

Xochiquétzal es una metáfora de la joven que da placer sexual a los jóvenes. Tlazoltéotl en cambio era diosa de la pasión y de la lujuria.