La arqueología de Comitán y su entorno aún no es del todo conocida. A los trabajos pioneros de los arqueólogos- exploradores se han agregado los proyectos de investigación y restauración realizados, en los últimos años, en varios sitios aledaños a la ciudad actual.
En arqueología, el término Comitán extiende sus límites municipales y abarca lugares como Tenam Rosario y Chinkultic, en La Trinitaria; Pueblo Viejo, en Tzimol; el Nahlem de Las Margaritas; y Lagartero en los Lagos de Colón. Debido a las relaciones externas que esta zona tuvo antiguamente, nos encontramos ante un conjunto de problemas y un área territorial mayor que comprende el lejano Ocosingo y la selva lacandona por el lado del río Santo Domingo; la cuenca del alto Grijalva; San Cristóbal y los caminos de tierras altas; y, por el lado opuesto, las montañas occidentales guatemaltecas o Cuchumatanes.
Aquí nos ocuparemos de la meseta de Comitán y sus valles y llanos vecinos, es decir, parte de los municipios de Tzimol, Comitán, La Independencia y La Trinitaria. Nuestro objeto de estudio se tiende como una hamaca entre dos nudos montañosos, en medio de las redes fluviales más importantes del sureste de la República Mexicana: el río Grijalva, por un lado, y el Usumacinta, por otro, el cual tiene su origen en la sierra de los Cuchumatanes. Es en este contexto en el que estudiaremos algunos sitios, con Chinkultic como referencia, por tratarse del mayor de la región lacustre.
Uno de los problemas mayores que presenta la región es la identificación étnica y lingüística de los grupos humanos que la habitaron en el momento de la Conquista. Aunque esto tiene que ver directamente con los asentamientos prehispánicos recientes, veremos, en el caso de Chinkultic, cómo la etnohistoria puede ayudarnos a entender ciertos movimientos poblacionales que seguramente incidieron en Chinkultic entre los siglos XIX y XX.
Aparte de saber que en esta zona se hablaba una lengua mayense, los estudios se centran en tres idiomas geográficamente cercanos: el chuj, el tojolabal y el tzeltal. La presencia actual del primero se reduce a las aldeas de Tziscao y Cuauhtémoc, a donde sus hablantes llegaron a fines del siglo XIX, cuando el presidente Porfirio Díaz les concedió tierras.
Existen dudas sobre los límites territoriales que alcanzaron el tzeltal y el tojolabal, debido a que ninguno de los títulos indígenas o crónicas conocidos los mencionan con amplitud. En el siglo XVII una terrible peste asoló la región, lo cual causó la desaparición casi total de algunas poblaciones, como Copanaguastla, cuyos sobrevivientes tzeltales se dispersaron por las zonas vecinas. Con todo, es un hecho que la mayoría de los nombres geográficos que encontramos entre los lagos y Comitán son tzeltales.
Las diversas investigaciones parecen indicar un asentamiento primitivo de los tojolabales –en un área cercana a la actualmente ocupada por el grupo chuj–, los cuales emigraron posteriormente a su hábitat moderno, por lo que aún no se tiene respuesta a la falta de menciones tojolabales durante el siglo XVI. En la actualidad, la población tojolabal se ha concentrado en las orillas de Comitán hacia Las Margaritas, con senderos lingüísticos que se extienden hacia la selva lacandona. El último reducto tojolabal que existió en las vecindades de Chinkultic estaba en la comunidad de Yalmuz, hoy Ojo de Agua.
Chinkultic
Chinkultic, que se localiza a la altura del kilómetro 33 de la carretera entre Comitán y los Lagos de Montebello, conforma una de las regiones de interés natural e histórico más importantes del estado de Chiapas. Los Lagos de Montebello pertenecían a la antigua hacienda de Tepancuapan, junto con una considerable cantidad de tierras posteriormente seccionadas en fincas y reagrupadas, a su vez, en colonias agrarias durante la época del presidente Lázaro Cárdenas. Hace algunos años alguien bautizó el área lacustre como el Valle de los Deseos Perdidos.
Si se recorre el camino entre Comitán y Chinkultic se deja atrás, por un lado, los sitios de Hun-C habín y Tenam Puente, que parece haber servido como cabecera política de esta sección de los llanos, y, por otro lado, el camino a tierra caliente y Tenam Rosario, enfilándose hacia el antiguo sendero que bordea el río Grande. A lo largo del camino se encuentran evidencias casi ininterrumpidas de cimientos viejos de casas, canchas de juego de pelota, basamentos piramidales, navajillas y lascas de obsidiana
y pedacería de cerámica, todo lo cual refleja la intensa actividad que tuvo el lugar. Chinkultic se encuentra en los límites del Parque Nacional de Montebello, junto a la finca El Rincón. Su área habitacional alberga alrededor de 200 montículos, grandes y pequeños, agrupados alrededor de seis conjuntos principales que incluyen el área de la llamada Acrópolis, el Grupo A, el cuadrángulo del Grupo B, el Grupo C con su juego de pelota, y el Grupo D, conformado por la Gran Plataforma y su conjunto superior. El famoso cenote Agua Azul está 50 metros más abajo y a un costado del elevado Templo 1 y de los riscos, cortados casi a plomo en algunas partes del Grupo A.
Carlos Navarrete. Maestría por la ENAH. Investigador del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM . Ha trabajado principalmente en el área maya en Chiapas y Guatemala y publicado numerosos libros y artículos al respecto. Premio Chiapas 1984.
Navarrete, Carlos, “Arqueología de los Altos Orientales de Chiapas”, Arqueología Mexicana, núm. 50, pp. 32-37.
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