Chinampas arqueológicas. Historia de una tecnología hidráulica
A la llegada de los españoles a la Cuenca de México, éstos se sorprendieron de la belleza y buena organización de las ciudades lacustres, así como de la escala y eficiencia de la infraestructura hidráulica vinculada al abastecimiento de agua dulce, al amplio sistema de canales y calzadas que comunicaban los principales asentamientos con Tenochtitlan, y al extenso sistema agrícola que se articulaba entre ellos.
Aunque estos logros generalmente les son atribuidos a los mexicas y sus aliados, los texcocanos, en realidad forman parte de una larga tradición relacionada al modo de vida lacustre al que las comunidades de la cuenca se vincularon desde hacía muchos siglos.
El “origen” de las chinampas
Las chinampas son una forma de cultivo en camellones que tienen la particularidad de estar rodeadas por agua, lo que les permite cultivarse de forma intensiva durante prácticamente todo el año. Este último aspecto las hace diferentes de otros tipos de cultivo en camellones que se ubican en zonas temporalmente inundadas y que suelen producir por un periodo más breve.
A estas últimas Ángel Palerm las llama chinampas de “tierra adentro”, no obstante, solían ubicarse tanto en tierras inundadas temporalmente de forma natural o artificial, como los campos inundados de las tierras bajas del Golfo y la zona maya, o en la orilla de zonas pantanosas. Las chinampas de “lago adentro”, en cambio, son las chinampas en un sentido más estricto, y para su implementación se requirieron condiciones específicas, tanto a nivel ecológico, para su fundación, como a nivel político, para su mantenimiento.
Imagen: Sitio El Japón, San Gregorio Xochimilco, Ciudad de México. Chinampas arqueológicas en 2015. Desafortunadamente, esta área en la actualidad ha sido rellenada o nivelada con el consentimiento de autoridades.
Guillermo Acosta Ochoa. Doctor en antropología por la unam, investigador del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la unam, responsable del Laboratorio de Prehistoria. Sus investigacio-nes se centran en el estudio del poblamiento temprano de América y la agricultura precolombina.
Berenice Jiménez González. Maestra en antropología por la UNAM, investigadora de la Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH. Sus investigaciones se centran en el estudio de las comunidades lacustres del sur de la Cuenca de México.
Eduardo Corona-M. Doctor en paleontología por la Universidad de Madrid, profesor-investigador del Centro INAH Morelos. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Sus proyectos y publicaciones se relacionan con las interacciones humano-fauna en el Cuaternario y en particular con la domesticación animal en Mesoamérica.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
Acosta Ochoa, Guillermo et al., “Chinampas arqueológicas. Historia de una tecnología hidráulica”, Arqueología Mexicana, núm. 184, pp. 24-31.