Cosmogonía y geometría cósmica en Mesoamérica. Introducción

Alfredo López Austin

Recordemos los tiempos en que, unidos el ocio infantil y la curiosidad germinal de la aventura, tomamos aleatoriamente un libro y recorrimos las páginas que nos abrieron las puertas del mundo. El gentío de bazares, los golpes de remo entre las chozas palafíticas, el silencio del mar abisal, la llanura, las selvas, los cantos que marcan el ritmo del trabajo, adormecían en nuestra conciencia la realidad de circunstancia y situación, y en vez de advertir que nuestras piernas descansaban en la rigidez del suelo, sentíamos el jalón de cada paso del caballo, henchíamos el pecho para tensar el arco o éramos cegados por el luminoso espectro del arcoiris. Aprendimos entonces que existía una llave para un arcón de sorpresas inagotables. Aprendimos, además, que aquellas realidades tenían un presente o habían tenido un presente, y que esos presentes y esos pasados, aun los remotos y antiguos, eran nuestro tiempo, nuestra historia.

Para algunos, las imágenes de los hombres fueron imponiéndose a las de los paisajes. No desaparecieron los paisajes, pero se convirtieron en los soportes de las vidas humanas, del trabajo, del producto, hasta abrir su negrura para albergar la inexistencia. Topamos con lenguas incomprensibles; nos asomamos a técnicas, a costumbres, a credos, a cultos, para asombrarnos de la diversidad del hombre y, al avanzar en aquel mosaico de la ramificación de nuestra especie, pudimos entender más nuestra naturaleza humana y más nuestra naturaleza íntima. Buscamos causas y encontramos la historia, las historias. Buscamos razones y encontramos la lógica, las lógicas modeladas por las historias. Hallamos que las vivencias se acumulan en recuerdos y en olvidos, y que olvidos y recuerdos alimentan memorias. Hallamos que para amalgamar las memorias hay que inventarles sentidos. Buscamos la coherencia y percibimos relaciones sociales regidas por la imperiosa necesidad de comunicación, y entendimos que así se edifican sistemas.

Aquí se abordan esos sistemas. Del amplio campo de la cosmovisión mesoamericana se han elegido dos temas. Uno se refiere a la cosmogonía, la historia que se inicia en los intensos límites del mundo de lo sagrado y el nuestro; el formidable estallido del encuentro de dos dimensiones espacio-temporales que inventamos para justificar nuestro ser y nuestro entorno, convirtiendo el mundo en un pulular de las criaturas. Otro habla de la geometría cósmica, del sometimiento del yo y su circunstancia a la rigidez de un modelo, de una guía de percepción y acción que son indispensables para la subsistencia. Ambos textos fueron presentados originalmente en dos conferencias: una el 29 de septiembre de 2018 en la ciudad de Chihuahua y otra el 9 de octubre del mismo año, en la Ciudad de México.

En la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua toqué el tema de la geometría cósmica, exponiendo en particular cómo se ha imaginado, dentro de la tradición mesoamericana, un complejo aparato que sirve para regular los flujos, en ambos sentidos, entre el anecúmeno y el ecúmeno, corrientes indispensables para la existencia del mundo.

Días después, tuve el honor de dedicar mi conferencia a Eduardo Matos Moctezuma en la cátedra que lleva su nombre. La cátedra tuvo su origen y pertenece a la Universidad de Harvard, y está organizada por The David Rockefeller Center of Latin American Studies y The Moses Mesoamerican Archive. El acto tuvo lugar en el Auditorio “Jaime Torres Bodet” del Museo Nacional de Antropología, gracias a la hospitalidad del Instituto Nacional de Antropología e Historia. El título de la conferencia fue “El día que salió el Sol. Trece pasos y un canto”.

Ambos textos son en parte la articulación de propuestas hechas en trabajos anteriores; en parte, síntesis de dichas propuestas; en parte, nuevas propuestas que expongo a debate. Como todo trabajo de este tipo, está compuesto de respuestas y preguntas. Respondo, una vez más, que sólo entenderemos la creación humana en el contraste de la unidad y la diversidad del hombre. Queda como pregunta una profunda duda: ¿han sido la razón y la construcción de sistemas características exclusivas de nuestra especie?

 

 

Alfredo López Austin. Doctor en historia por la UNAM. Investigador emérito del Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM. Profesor de la Facultad de Filosofía y Letras, UNAM. En la actualidad lleva a cabo estudios sobre el monte sagrado en la cosmovisión mesoamericana.

López Austin, Alfredo, “Cosmogonía y geometría cósmica en Mesoamérica. Introducción”, Arqueología Mexicana, edición especia núm. 83, pp. 10-11.