“...Todo lo tenían escrito y pintado en libros... tenían escritas en estas pinturas sus leyes y ordenanzas sus padrones, todo con mucho orden y concierto de los cual había excelentísimos historiadores que con esta pinturas componían historias amplísimas de sus antepasados...”
Fray Diego Durán
En el acervo de documentos pictográficos referentes a la vida cotidiana del mundo indígena son pocos los ejemplos en los cuales el tema de la legislación prehispánica se encuentre presente. Por ello, la lámina de “delitos y castigos” del Códice Quinatzin resulta excepcional. Este documento, resguardado en el Fondo Mexicano de la Biblioteca Nacional de Francia con el número 396, es una hoja de papel de corteza (ficus) o amate, que mide 34.5 x 43.5 cm. Se cree que se elaboró entre 1543 y 1548. Perteneció a la colección particular del ex marqués de Moncada y Cabinet des Medailles. Se considera como un documento perteneciente al señorío tezcocano y junto con dos láminas más forma el llamado Códice Quinatzin o Mapa Quinatzin (Barlow, 1994).
Desafortunadamente, esta lámina muy rica en información es ahora sólo un fragmento. Es posible que continuase en la parte superior, ya que con cierta dificultad se distinguen algunos elementos que semejan cántaros, así como numerales en azul turquesa que en otros documentos, como la primera y segunda lámina del Quinatzin, indican años. Si bien la mayor parte de las imágenes registran los delitos y los castigos, aparecen otros eventos que no son tema de este texto, como el sometimiento de siete poblaciones: “Tepanecas, Xopchimilco, Culhuacan, Cuauhtitlan, Toltitlan, Tenayucan, Azcapotzalco”, sometidas por Nezahualcóyotl y sus aliados: “Tenocchtitlan y Tlacopan”, en el espacio A, en la parte superior de la lámina. En el espacio F se ve una escena de guerra en la que, entre otros elementos, aparecen los topónimos de la Triple Alianza, sus guerreros y rangos militares, como los señores águila y jaguar.
En el códice se plasman claramente algunos de los delitos más comunes del orden jurídico y las sanciones ejercidas por las autoridades para mantener el orden y el comportamiento esperado de los miembros de la nobleza indígena. Es muy posible que la legislación registrada en esta página se refiera básicamente a los miembros de la nobleza, como veremos más adelante. El contenido de la lámina tiene una relación directa con el texto de Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, noble indígena que fue propietario de este códice y que se interesó por entender y escribir sobre su contenido.
El espacio pictográfico se encuentra dividido mediante líneas rojas horizontales y verticales en 12 cuadros que contienen diferentes escenas. Para su mayor comprensión, le hemos dado una letra a cada uno, de la A a la L. Además de las imágenes, hay glosas en náhuatl, en caracteres latinos, en cada uno de estos espacios, que explican de manera sintética el contenido de la imagen.
Robo
Éste se muestra en dos modalidades en los espacios B, C y D. En el primer caso, B, es el robo a casa habitación. Se puede observar cómo en el interior de una calli o casa duerme una pareja, mientras que el asaltante está botando con una cuña las piedras del muro para introducirse a robar. Objetos de gran lujo, como plumas de quetzal, mantas blancas, probablemente de algodón, y un petlacalli o baúl de petate se muestran en la parte superior. A un lado aparece un personaje vestido únicamente con un máxtlatl, con el pelo encrespado, que denota tensión, y una cuerda que le rodea el cuello. Al respecto, Fernando de Alva Ixtlilxóchitl (1985, II, p. 102) señala que... “al ladrón que hubiese horadado la casa, moría ahorcado” y añade que “el ladrón fue cogido”.
Luz María Mohar Betancourt. Doctora en ciencias sociales con especialidad en antropología por la Universidad Iberoamericana. Investigador nacional. Investigadora del CIESAS. Especialista en documentos pictográficos del Centro de México.
Mohar Betancourt, Luz María, “Delitos y castigos. Una lámina del Códice Quinatzin”, Arqueología Mexicana núm. 142, pp. 46-50.