El conjunto conventual de San Miguel de Huejotzingo, Puebla

Mario Córdova Tello

Las exploraciones arqueológicas sacaron a la luz la fundación primigenia del convento de San Miguel de Huejotzingo. La relación entre los hallazgos y las referencias documentales permitió determinar el desarrollo arquitectónico del conjunto.

 

Es sabido que los primeros frailes en llegar a la Nueva España fueron los franciscanos, quienes, después de tres semanas de estancia en la capital, se reunieron para organizar la misión que los había traído a las tierras descubiertas. Así, el 2 de julio de 1524 iniciaron su apostolado y comenzaron la fundación de conventos en las provincias más importantes y de mayor población, como México, Texcoco, Tlaxcala y Huejotzingo.
Cada una de estas fundaciones era un centro evangelizador a partir del cual los franciscanos buscaban llevar a cabo su proyecto. Éste consistía en impartir la doctrina, primero, a un selecto grupo de la población indígena: los hijos de los nobles, quienes estarían destinados a gobernar a sus congéneres. Después se adoctrinaba a la gente común: hombres y mujeres, niños y niñas. Para la enseñanza de los hijos de los nobles, los frailes construyeron colegios junto a los conventos. Asimismo, se construía un gran patio en donde los diferentes grupos del resto de la población eran divididos para recibir la instrucción respectiva. Por último, se edificaba una capilla abierta, es decir, un ábside que albergaba únicamente al sacerdote y era utilizado en las ocasiones en que toda la población indígena se congregaba en el atrio, ya fuera para las ceremonias dominicales o bien para la administración del bautismo o la celebración de matrimonios.

 

Fundaciones franciscanas

El conjunto conventual de San Miguel de Huejotzingo, Puebla, se localiza en las estribaciones de la Sierra Nevada, al poniente del valle poblano. A este conjunto se le concedió la jurisdicción que comprendía los pueblos de Cholula, Tepeaca, Tehuacán, Huaquechula, Chietla y toda la Mixteca. El territorio de la misión franciscana ya había quedado definido, pese a que esta asignación fue temporal, y ya se había puesto en marcha el proyecto evangelizador.

El caso del conjunto religioso de Huejotzingo presentaba una interrogante particular, pues si bien había sido una de las cuatro primeras fundaciones de los franciscanos, se suponía que había tenido su primer asiento en las faldas de la Sierra Nevada, en el antiguo señorío indígena llamado Tecpan Huejotzingo. Por otro lado, el establecimiento conventual conocido carece de capilla abierta y no se sabía con certeza en dónde se localizaba la escuela para los niños, sí bien por referencias documentales se sospechaba que se situaba en el lado norte del conjunto, aunque no había mayores evidencias de ello.

En 1980, con motivo de los trabajos de restauración y conservación del conjunto, se iniciaron exploraciones arqueológicas en el inmueble y en áreas que aún conservaban elementos del siglo XVI, como la del costado norte del templo. En esta sección se localizaron restos de elementos arquitectónicos de suma importancia, como las iglesias de tres naves hechas con materiales perecederos, la capilla abierta, el convento de los mendicantes y la escuela de los niños. La relevancia de los hallazgos estriba en el hecho de que muestran la evolución de la arquitectura conventual novohispana. Gracias a las exploraciones y a los documentos históricos fue posible identificar las diversas etapas constructivas anteriores a la edificación que vemos hoy en día.

 

Mario Córdova Tello. Arqueólogo egresado de la ENAH. Investigador del Centro INAH Morelos. Trabaja en el proyecto "La misión agustina en el estado de Morelos".

 

Córdova Tello, Mario, “El conjunto conventual de San Miguel de Huejotzingo, Puebla”, Arqueología Mexicana núm. 46, pp. 38-41.

 

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