El jaguar como modelo social: el brujo, el guerrero y el rey

La capacidad de algunos individuos para transformarse en jaguar es una creencia cuya difusión rebasa los límites de Mesoamérica. Los informantes de Sahagún describen a varios nanahualtin, es decir, personas que tienen el poder de transformarse en animal, que usaban piel de jaguar y tenían dotes excepcionales para adquirir riquezas o conocimientos. En la actualidad, entre varios grupos indígenas se teme a los hombres poderosos, capaces de transformarse en jaguar para realizar actos de rapiña. Entre los pronósticos vinculados con el día de nacimiento en el calendario adivinatorio aparece que los que nacían un día ce océlotl, “eran amigos de ir a la guerra, de mostrar y señalar su persona y valor”. De hecho, las “órdenes militares” del antiguo México habían elegido al jaguar, junto con el águila, como animal tutelar.

La presencia del jaguar y del águila en los ritos de entronización revela los lazos entre estos animales y el poder. Por ejemplo, se perforaba el tabique nasal de los futuros gobernantes (tlaloque) por medio de huesos o garras de jaguar y de águila. Se cuenta que reyes famosos de Tetzcoco, como Nezahualcóyotl y Nezahualpilli, se transformaban en estos animales. Al elegir al océlotl para comenzar las descripciones de la fauna mexicana, los informantes de Sahagún notifican su lugar en el seno del reino animal: el felino es "noble, principesco, es el señor de los animales. Es prudente, sabio, orgulloso”. Esto se parece a un retrato idealizado de un rey mexica.

 

Tomado de Guilhem Olivier, “El jaguar en la cosmovisión mexica”, Arqueología Mexicana 72, pp. 52-57.

 

Texto completo en la edición impresa. Si desea adquirir un ejemplar:

http://raices.com.mx/tienda/revistas-el-jaguar-AM072