Las conversiones calendáricas
La obra inicia con narraciones o historias de grupos y eventos que, por corresponder a episodios que se remontan a épocas muy lejanas, se encuentran cuajados de metáforas, mitos y elementos propios de la cosmovisión indígena, algunos de los cuales por su carácter de tradición oral no pueden ser fechados. En otros, se plasma la forma en que los narradores representaban su participación en el éxodo y la migración de sus ancestros con referentes temporales propios de cada pueblo.
De estos últimos hemos podido fechar los hechos en el calendario juliano, pero a medida que avanzamos en el tiempo encontramos acontecimientos que fueron registrados en otros documentos. Gracias a ello, los eventos son claramente fechables, al punto de que sólo hay variaciones mínimas respecto de las que proporcionan otras fuentes. Esto es notorio a partir del cuarto relato, compuesto con el formato de anales, donde se pueden correlacionar las fechas.
Éste es el caso del éxodo de los calpoleque cholultecas a Quauhtinchan, que se puede fechar en 1246, la intervención tlatelolca en 1398, la invasión mexica en 1466 y los diversos eventos ocurridos desde la llegada de los españoles.
Para el tratamiento de las conversiones calendáricas se siguió una cuenta regresiva elaborada por los colaboradores de esta obra: Francisco González Hermosillo e Hildeberto Martínez, quienes a su vez realizaron una comparación con los Anales de Cuauhtitlán, Los Anales de Tecamachalco y la propia Historia Tolteca Chichimeca.
Igualmente se contrastaron estas conversiones con el “Ensayo sincronológico” de Heinrich Berlin y con el “Cuadro de registros calendáricos entre el ms. de 1553 y la HTCH” de Luis Reyes (1976, p. 17) en su “Prólogo”. Según Luis Reyes, el tlacuilo utilizó tres correlaciones calendáricas para consignar acontecimientos prehispánicos: 1519 igual a 1 ácatl, 2 técpatl y 12 calli. Mientras que para los hechos hispánicos usó las correlaciones 1519 igual a 1 ácatl. Para Luis Reyes (1976, p. 16) si el año 1 técpatl es 1531, 13 técpatl podría ser 1543.
De acuerdo con los datos de Francisco González e Hildeberto Martínez, 13 técpatl sería 1544. Esta conversión calendárica coincide con algunos ejercicios de Manuel Orozco y Berra y el citado de Heinrich Berlin, quienes también consideran que 13 técpatl corresponde a 1544. Vale recordar que la última foja de la Historia… se encuentra perdida y la postrera fecha enunciada en la obra es 13 técpatl. La identificación de ese año con 1547 obedece a que en ese año terminó el conflicto de límites entre Tepeaca y Quauhtinchan.
Cabe aclarar que no pretendemos fechar ni el inicio, ni el fin, de la factura de la obra, pues hay fojas perdidas. Lo cierto es que el juicio entre Quauhtinchan y Tepeaca se mantuvo con posterioridad a 1550, aunque eso no implica que esta obra tuviera necesariamente las mismas fechas que el litigio.
Imagen: Se describe la llegada a Calnepanolco y su permanencia por diez años que comprenden del ome ácatl al 11 técpatl, duración encabezada por el glifo calendárico de ome ácatl y la lista de los diez años. Historia Tolteca Chichimeca, f. 6v (detalle). Reprografía: Biblioteca Nacional de Antropología e Historia.
Francisco González Hermosillo Adams. Dirección de Estudios Históricos, INAH.
Hildeberto Martínez. Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social.
Norma Angélica Castillo Palma. Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa.
Carmen Herrera Meza. Dirección de Lingüística, INAH.
Tomás Jalpa Flores. Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, INAH.
Margarita Menegus Bornemann. Instituto de Investigaciones Sobre la Universidad y la Educación, UNAM.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
González Hermosillo Adams, Francisco et al., “Historia Tolteca Chichimeca. Parte 1 (edición facsimilar) Introducción”, Arqueología Mexicana, Edición especial, núm. 107, pp. 8-15.