Se presenta un breve panorama del destino de cada uno de los hijos de Moctezuma Xocoyotzin tras la muerte de su padre. Los argumentos y estrategias que cada uno empleó para sobrevivir en tiempos de profundos cambios llegaron a enfrentar a algunos de ellos. Los que brillaron en exceso fueron eliminados, los que optaron por seguir inmersos en el mundo indígena desaparecieron en los entresijos de la historia.
Las fuentes históricas nos dicen que el huey tlatoani Moctezuma Xocoyotzin tuvo muchos hijos, aunque la mayoría murió en la Noche Triste, en una matanza ordenada por Cuauhtémoc, por haberse puesto del lado de los españoles. No obstante, sabemos que algunos de ellos fueron sacados de Tenochtitlan, en los momentos que antecedieron a estos eventos, porque sus madres no eran tenochcas. Es el caso de don Martín, don Pedro o doña Francisca, cuyas progenitoras eran de Texcoco, Tula y Ehecatepec respectivamente. La situación de doña Isabel, doña Leonor y doña María fue distinta, pues al ser sus madres mujeres tenochcas, les tocó quedarse en la isla junto a su padre. Es por ello que un gran número de fuentes coinciden al expresar que Moctezuma, previendo lo que se les avecinaba, le pidiera a Hernán Cortés que las sacara de allí. Cortés no sólo atendió sus súplicas, sino que se las llevó a vivir con él (fig. 1).
Sobrevivir en un nuevo tiempo
A excepción de doña Leonor y doña María, Moctezuma tuvo a estos hijos con distintas mujeres, a pesar de lo cual, todos fueron reconocidos como hijos legítimos. Posiblemente, porque nunca se encontró en la tesitura de tener que elegir a la que sería su esposa principal, como tuvieron que hacer los señores cristianizados. Ahora bien, poco se sabe de la vida de sus vástagos en los primeros años tras la conquista, aunque no cabe duda de que cada uno fue saliendo de su anonimato porque así se lo propuso. En el caso de ellas, adaptándose al modo de vivir de las mujeres españolas; en el caso de ellos, haciendo uso de los instrumentos jurídicos castellanos, generalmente a través de cartas y probanzas dirigidas al rey, que en ocasiones ellos mismos llevaron a España para que se les reconociera su estatus de nobles y los derechos inherentes a su dignidad (restitución de sus tierras patrimoniales, cargos públicos o rentas en dinero, entre otras cosas). Lo que observamos en esa documentación es que para lograr sus objetivos, los hijos de Moctezuma siempre recurrieron al vínculo con su padre y a la cesión que éste hizo de su imperio al monarca (la translatio imperii), sometiéndose como su más fiel vasallo. El resto de nobles, por el contrario, basaron sus solicitudes en su participación en la conquista y en haberse convertido en verdaderos cristianos. Los Moctezuma, no cabe duda, fueron los que más privilegios recibieron aunque, lógicamente, unas migajas si los comparamos con los que su padre había tenido en el pasado.
María Castañeda de la Paz. Doctora en historia por la Universidad de Sevilla, España. Investigadora del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM. Sus líneas de investigación son la historia indígena prehispánica y colonial del centro de México. Los temas de su interés son la nobleza, la heráldica, la cartografía y los códices históricos indígenas.
Castañeda de la Paz, María, “Estrategias para cambiar el destino. Los hijos de Moctezuma en el siglo XVI”, Arqueología Mexicana núm. 142, pp.65-69.