La historia del manuscrito
La Historia Tolteca Chichimeca (HTCH), como ahora conocemos al documento, tiene una historia similar a muchos de los manuscritos pictográficos que han sorteado el tiempo desde su elaboración para llegar hasta nosotros en diferentes estados de conservación.
De acuerdo con Luis Reyes (1976, p. 7) la HTCH permaneció en Quauhtinchan hasta 1718, fecha en la que aparece todavía en un inventario local, registrada bajo el nombre de Libro de Conquista. El manuscrito probablemente permaneció en el pueblo de Quauhtinchan hasta que fue adquirida alrededor de 1736 por Lorenzo Boturini, anticuario de origen italiano, quien lo sustrajo del pueblo cuando estuvo recopilando documentos en la región poblana. La belleza e importancia de este documento le valió figurar como el primero citado en su Catálogo del Museo Histórico Indiano. Boturini se refirió a él como: “Unos anales pintados y manuscritos en lengua náhuatl, de cincuenta fojas y papel europeo, ornados de diferentes figuras que representan los hechos, peregrinaciones, batallas y señores de esta nación… Al principio de dichos anales se halla un mapa pintado en papel europeo y aforrado en papel indiano” (Reyes, 1976, p. 8). A raíz de la expulsión de Boturini, se le confiscaron todos los manuscritos que había reunido y pasaron
La belleza e importancia de este documento le valió figurar como el primero citado en su Catálogo del Museo Histórico Indiano. Boturini se refirió a él como: “Unos anales pintados y manuscritos en lengua náhuatl, de cincuenta fojas y papel europeo, ornados de diferentes figuras que representan los hechos, peregrinaciones, batallas y señores de esta nación… Al principio de dichos anales se halla un mapa pintado en papel europeo y aforrado en papel indiano” (Reyes, 1976, p. 8). A raíz de la expulsión de Boturini, se le confiscaron todos los manuscritos que había reunido y pasaron a la custodia de la Secretaría del Virreinato, donde se mantuvieron por casi un siglo.
Permaneció junto con los papeles de Boturini en el Archivo de la Secretaría del Virreinato hasta 1830. Alrededor de 1840, parte de la colección de Boturini fue comprada por el anticuario J.M. Alexis Aubin.
De acuerdo con Luis Reyes, Aubin para pasar el documento sin dificultad por la Aduana “desencuadernó todos los manuscritos y los mezcló en desorden”. Monique Cohen (1998, pp. 27-29) –quien encontró las cartas y contratos de venta de la colección Aubin a Eugène Goupil, fechados en 1889– afirma que esta colección permaneció en secreto en Francia entre 1840 y 1891, fecha en que la HTCH apareció en el primer catálogo elaborado por Eugène Boban.
En 1898 la viuda de Goupil donó la colección de documentos a la Biblioteca Nacional de París (hoy Biblioteca Nacional de Francia). Actualmente la Historia Tolteca Chichimeca se resguarda en el corpus documental “Manuscrits Mexicaines” en tres partes, con las signaturas números 46-50, 51-53 y 54-58. El nombre más antiguo de la obra, dentro del texto en sus párrafos 409 y 411, es xiutlapoualli, “cuenta de años”, equivalente a anales, la cual perteneció al tezcacóatl Cotzatzin, hijo del apanecatecuhtli Xiucózcatl (Reyes, 1976, p. 7).
Imagen: Dos de los cuatro señores toltecas chichimecas: Icxicóuatl, “serpiente por pie” y Quetzaltehuéyac, “gran pluma verde preciosa”. Historia Tolteca Chichimeca, f. 2r (detalle). Reprografía: Biblioteca Nacional de Antropología e Historia.
Francisco González Hermosillo Adams. Dirección de Estudios Históricos, INAH.
Hildeberto Martínez. Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social.
Norma Angélica Castillo Palma. Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa.
Carmen Herrera Meza. Dirección de Lingüística, INAH.
Tomás Jalpa Flores. Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, INAH.
Margarita Menegus Bornemann. Instituto de Investigaciones Sobre la Universidad y la Educación, UNAM.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
González Hermosillo Adams, Francisco et al., “Historia Tolteca Chichimeca. Parte 1 (edición facsimilar) Introducción”, Arqueología Mexicana, Edición especial, núm. 107, pp. 8-15.