Las excavaciones arqueológicas indican que las unidades habitacionales se erigían sobre islotes ampliados y chinampas en desuso o construidas a priori para el asentamiento humano. Este trabajo, como el realizado para las grandes obras hidráulicas, debió ser coordinado por altos funcionarios de la Triple Alianza que, entre otras cosas, debían asegurar el control de las comunidades sometidas y pago del tributo.
El análisis de chinampas en Xochimilco realizado por G. Luna-Golya advierte que la estructura ortogonal de las chinampas asemejaba un orden urbano que aseguraba el flujo continuo de agua a partir de una red de canales, permitiendo navegar entre ellas, acceder a los asentamientos domésticos e incorporarse a canales mayores como el canal de Chalco, vías de comunicación lacustre que trasladaban a personas y mercancías hacia Tenochtitlan u otros asentamientos principales.
La unidad doméstica chinampera
Algunas representaciones de mapas antiguos y códices permiten vislumbrar cómo fue organizado el espacio lacustre; sin embargo, para entender la unidad doméstica chinampera es necesario realizar excavaciones arqueológicas. Afortunadamente, en últimas fechas se han realizado diferentes investigaciones en Xochimilco, Mexicaltzingo, Ateponazco y Xaltocan que han permitido entender el modo de vida chinampero y su organización doméstica.
Las comunidades chinamperas erigieron sus casas o “jacales” sobre islotes artificiales que rebasaban casi medio metro el espejo lacustre; fueron construidos con grandes volúmenes de tierra retirada del lecho del lago que posteriormente se compactaron para crear grandes plataformas que pudieran ser habitadas. Como mencionamos anteriormente, en ocasiones se podía reutilizar una chinampa en desuso y rellenar los canales circundantes para crear superficies más amplias y elevadas. Para evitar filtraciones en la superficie se prepararon pisos con mezclas de arcillas que evitaban que se volvieran lodosos y húmedos
Imagen: Las casas y chinampas de Mexicaltzingo. Ilustración: Ramiro Medina, Mariano Gutiérrez.
Berenice Jiménez González. Maestra en antropología por la UNAM, investigadora de la Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH. Sus investigaciones se centran en el estudio de las comunidades lacustres del sur de la Cuenca de México.
Eduardo Corona-M. Doctor en paleontología por la Universidad de Madrid, profesor-investigador del Centro INAH Morelos. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Sus proyectos y publicaciones se relacionan con las interacciones humano-fauna en el Cuaternario y en particular con la domesticación animal en Mesoamérica.
Guillermo Acosta Ochoa. Doctor en antropología por la UNAM, investigador del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, responsable del Laboratorio de Prehistoria. Sus investigaciones se centran en el estudio del poblamiento temprano de América y la agricultura precolombina.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
Jiménez González, Berenice et al., “La gente de las chinampas y sus viviendas”, Arqueología Mexicana, núm. 184, pp. 32-39.