La locación y El tiempo

Enrique Vela

La locación

Es posible suponer que en la época prehispánica la Danza del Volador tuviera un lugar de ejecución determinado. Es de notar que ya en la época colonial en la ciudad de México pervivía un espacio dedicado a la práctica de la danza, llamado precisamente Plaza del Volador, situado en el predio que ahora ocupa el edificio de la Suprema Corte de Justicia. Se ubicaba pues en un espacio abierto y público en, por lo menos, las inmediaciones del recinto ceremonial de Tenochtitlan, si no es que se realizaba en su interior.

En las épocas siguientes la ceremonia se efectuaba también en lugares públicos, por lo general en los atrios de iglesias o en espacios situados en el centro de la población o sus cercanías.

En tiempos recientes, con la proliferación de la ejecución de la danza con fines turísticos, se lleva a cabo en ferias e incluso en locaciones fijas, en puntos como el Museo Nacional de Antropología. Se ha propuesto la existencia de estructuras cuya función concreta era la ejecución de la Danza del Volador en el Naranjo, Guatemala, y Teuchitlán, Jalisco. Éstas también existirían en algunas poblaciones mixtecas, según un análisis de Dahlgren (1954) del documento llamado Proceso de Yanhuitlán.

El tiempo

Según Francisco Xavier Clavijero, la Danza del Volador se ejecutaba durante algunas fiestas de especial importancia, principalmente las que se asociaban con la celebración del ciclo de 52 años.

En el siglo XVI, en Tecoatega, Nicaragua, se realizaba cada año en ocasión de la cosecha del cacao. Según Stresser- Péan, esto podía ocurrir principalmente en junio y en noviembre-diciembre.

Entre las distintas posibilidades para llevar a cabo la Danza del Volador destacan las asociadas con el solsticio de verano, como las festividades de Corpus Christi y de Santiago Apóstol, en Papantla y Coatzintla, respectivamente. De acuerdo con Nájera (2008), la Danza del Volador se celebra durante la fiesta del santo patrón, en los carnavales, en los solsticios, en las festividades de los muertos y en ceremonias asociadas con la siembra y con la cosecha.

 

 Enrique Vela. Arqueólogo por la ENAH, editor, desde hace 30 años trabaja en el ramo editorial.

Vela, Enrique, “La locación”, “El tiempo”, Arqueología Mexicana, edición especial núm. 88, pp. 52-53.