La muerte de Moctezuma

La muerte del tlatoani se atribuye a Pedro de Alvarado.

Eduardo Matos Moctezuma

Al llegar a la capital del imperio tenochca, los españoles y sus acompañantes indígenas son recibidos por el tlatoani Moctezuma, quien los aloja en el palacio de su padre, Axayácatl. Allí Cortés visita la ciudad y sube a lo alto del Templo Mayor. Los españoles se sorprenden con lo bien organizado del mercado o tianguis de Tlatelolco, pero pronto reciben noticias de la costa en el sentido de que ha llegado Pánfilo de Narváez con la consigna por parte del gobernador de Cuba, Diego Velázquez, de detener a Cortés. Lo anterior obliga a don Hernán a dirigirse a Veracruz, donde, finalmente, logra vencer a Narváez. Entre tanto, en Tenochtitlan se llevan a cabo las ceremonias en honor de Tezcatlipoca, durante el mes de tóxcatl. Para ello se reúnen los sacerdotes y feligreses en los patios del recinto sagrado y llevan colocados sus atuendos y joyas para aquel ritual. Alvarado ha quedado al mando de las fuerzas españolas y cuando la ceremonia está en pleno apogeo se ordena el ataque en contra de los participantes. La matanza es terrible y el despojo de los adornos que portan es considerable. Este hecho va a enardecer a los mexicas, que pronto se organizan para combatir a los españoles. Cortés regresa de inmediato, después de someter a Narváez, y se encuentra con una situación caótica. Las fuerzas peninsulares, atrincheradas en su lugar de residencia, resisten los embates de los mexicas. Ante tal situación, Cortés decide sacar a Moctezuma para que calme los ánimos de su pueblo.

Eduardo Matos Moctezuma. Maestro en ciencias antropológicas, especializado en arqueología. Fue director del Museo del Templo Mayor, INAH. Miembro de El Colegio Nacional. Profesor emérito del INAH.

Matos Moctezuma, Eduardo, “La muerte de Moctezuma”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 93, pp. 46-51.