A lo largo del tiempo y en diferentes culturas, los fósiles han sido considerados como objetos de valor, ya sea por su estética o por el significado que se les atribuya. Hoy en día, se reconoce a los fósiles como una fuente invaluable de información para conocer la historia de la vida en nuestro planeta. Asimismo, su uso como parte de materiales rocosos de construcción o como objetos de ornato es extensivo. Los fósiles, al igual que los yacimientos de donde se extraen, son recursos finitos. Esto es, no son inagotables y en algún momento pueden desaparecer. Es necesario generar estrategias efectivas que garanticen su preservación, así como marcos legales que regulen su extracción y uso. El objetivo de este texto es revisar cómo proteger los fósiles y los sitios fosilíferos de acuerdo con las leyes de varios países, incluido México.
El patrimonio paleontológico
El concepto de “patrimonio” es antiguo y se remonta al tiempo de la cultura romana; un patrimonio es un conjunto de bienes que deben preservarse para el presente y el futuro. De acuerdo con el marco legal, los fósiles pueden considerarse como bienes muebles e inmuebles. Los bienes muebles son los objetos paleontológicos, es decir, los ejemplares fosilizados. También se consideran como bienes muebles los ejemplares que constituyen las colecciones albergadas en museos, universidades y exhibiciones, así como las colecciones particulares. Por otro lado, los bienes inmuebles son los sitios o yacimientos con fósiles. La mayoría de los marcos legales consideran la regulación y protección de ambos tipos de bienes.
Imagen: Izquierda: Restos de mamuts localizados en Santa Lucía, Estado de México. Foto: Eduardo Corona. Derecha: Tomada de Dottedhippo, Getty Images / CANVA.
Rosalía Guerrero Arenas. Doctora en ciencias en biodiversidad y conservación por la UAEH. Investigadora en la Universidad del Mar, Oaxaca. Colabora activamente en proyectos de paleontología e icnología de invertebrados. Vocal del Consejo de Paleontología, INAH.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
Guerrero Arenas, Rosalía, “Estrategias para la protección legal de los fósiles”, Arqueología Mexicana, núm. 170, pp. 34-38.
