La recepción del arte plumario mesoamericano en Italia durante el siglo XVI

Davide Domenici

Las primeras noticias sobre el arte plumario mesoamericano llegaron a Italia en los veinte del siglo XVI, por medio de los escritos de italianos que tuvieron la oportunidad de ver los ejemplares que Hernán Cortés envió a España entre 1519 y 1524. La curiosidad suscitada por aquellas obras se percibe en los escritos de Pietro Martire d’Anghiera, así como en las cartas de embajadores venecianos como Francesco Corner y Gasparo Contarini, quien escribió nunca haber visto “en estas bandas ningún bordado ni otro trabajo tan sutil como son algunos de los de pluma, que tienen una especial belleza ya que parecen de diversos colores según les da la luz, así como lo vemos en el cuello de un palomo” (1525).

El regalo de Domingo de Betanzos

Aunque es posible que objetos de pluma hayan sido parte del “rico regalo” que un embajador de Cortés llevó al papa Clemente VII en abril de 1529, la primera llegada documentada de arte plumario a Italia se remonta a las visitas que el dominico Domingo de Betanzos hizo al papa Clemente VII (Giulio de’ Medici) en 1532-1533. En un primer encuentro en Roma, según Agustín Dávila Padilla, el fraile ofreció al pontífice una serie de artefactos, incluyendo…

…algunas imágenes de plumas muy bien labradas, que no solamente regalaban con sus visos, pero que admiraban con su composición, pues una a una habían sido assentadas todas aquellas pequeñitas plumas, dejando después una obra tan maravillosa y bien compuesta. Lo que más admiró al Pontífice y a los Cardenales, fue una mitra de pluma maravillosamente obrada, que avía sido de un sacerdote de los ídolos […]. Huvo también algunas piezas de plumas del ropaje sacerdotal Indiano, que dezían con la mitra.

En un segundo encuentro en Bolonia, descrito por el dominico boloñés Leandro Alberti, Betanzos regaló otros objetos, entre ellos “dos frazadas para la cama hechas y tejidas con plumas de papagayos de diversos colores, es decir azul, verde, negro, amarillo, tan labradas que parecían de terciopelo […]. Después le dio estolas, manoplas y decoraciones de camisas hechas símilmente y dignamente trabajadas con dichas plumas, junto con otros ornamentos para sacerdotes”. El carácter “idolátrico” de las obras no impidió que suscitaran admiración y atrevidas interpretaciones: cuando Alberti escribió que en las frazadas de plumas “parece reconocerse lo que tenemos en la escritura describiendo el aparato del tabernáculo de Dios donde  mandaba que se adornara opere plumario” estaba aludiendo a un pasaje del Éxodo y al debate sobre su interpretación, por el descubrimiento del arte plumario mesoamericano, como bien atestiguan textos de Bartolomé de las Casas, Gregorio García y Diego Muñoz Camargo, entre otros.

Un discurso dominico sobre el ingenio indígena

En la anónima Descrittione dell’India occidentale, quizás de los sesenta del siglo XVI, se describe la llegada a Italia de otro misionero que, además de mosaicos de turquesa y otros artefactos “idolátricos”, llevó “algunas imágenes de Dios & de los Apóstoles, hechas de pluma finísima, de varios tipos de aves, trabajadas maravillosa y delicadamente por los mismos Indios, a través de las cuales se conoce claramente su vivísimo y agudo ingenio en las artes y los oficios humanos”. Los mosaicos con iconografía cristiana mencionados en la Descrittione constituían un elemento clave del discurso ideológico que subyacía a los dones dominicos y a sus descripciones textuales. Los indígenas eran en efecto idólatras, pero también capaces de producir obras tan complejas que demostraban su ingenio, es decir, su racionalidad, su humanidad y la posibilidad de ser transformados en cristianos. El eco de Las Casas es aquí indudable, ya que en su Apologética Historia el afamado fraile escribió que el arte plumario “parece sin duda exceder todo ingenio humano”. Si la calidad técnica de los artefactos “idolátricos” llevados por Betanzos materializaba la posibilidad de esta transformación, los mosaicos con iconografía cristiana de la Descrittione demostraban ahora el cumplimiento del proyecto misionero.

 

Davide Domenici. Investigador en el Departamento de Historia y Culturas de la Universidad de Bolonia, Italia. Ha sido director del Proyecto Arqueológico Río La Venta, Chiapas, y del proyecto en Cahokia, Illinois, Estados Unidos. Se especializa en el análisis de prácticas rituales en cuevas, así como en el estudio de la historia y materialidad de códices y objetos mesoamericanos en Europa.

Domenici, Davide, “La recepción del arte plumario mesoamericano en Italia durante el siglo XVI ”, Arqueología Mexicana, núm. 159, pp. 67-69.

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