Las herramientas de un orfebre

Leonardo López Luján et al.

Azcapotzalco y los orfebres de Moctezuma

Aún más importante para nuestros propósitos son las materias primas, instrumentos y productos acabados relacionados con la orfebrería. Con un análisis de difracción de rayos-X (XRD) realizado por Giacomo Chiari, confirmamos la presencia de varios fragmentos de malaquita, mineral del que se obtenía el cobre y que sabemos fue empleado por los metalurgistas de Casas Grandes, Chihuahua, y El Manchón, Guerrero. Mencionemos también una barra gruesa de cobre (con 9.1% de plomo) y una delgada (con 3.6% de arsénico), las cuales habrían servido como fuentes de metal puro en la fundición o como preformas.

Entre los instrumentos referidos existen algunos muy similares a los que han sido recuperados en tumbas y talleres prehispánicos de metalurgistas en Perú y Colombia: un percutor de cuarzo verdoso, un bruñidor o embutidor de cuarzo blanquecino, un bruñidor de calcedonia rojiza, una espátula elaborada con la rama mandibular izquierda de un tapir (Tapirus bairdii) y otro utensilio, quizás un alisador o un bruñidor, hecho con el metapodial izquierdo de la pata de un venado cola blanca (Odocoileus virginianus). También hay instrumentos de cobre y bronce, como un cincel (con 2.64% de arsénico y 0.44% de estaño) para cortar, labrar a golpe de percutor y repujar; una aguja (con 3.9% de arsénico y 1% de estaño), tal vez para el satinado o para perforar, delinear y marcar; un buril (con 5.5% de arsénico y 1.26% de estaño) para crear por presión surcos rectos sobre la lámina o delinear diseños que serán luego repujados, y un cascabel periforme (con 32.6 % de plomo, alta concentración propia de las piezas de la Cuenca de México, la cual facilitaba la decoración con falsa filigrana).

 

Leonardo López Luján. Doctor en arqueología por la Université de Paris X-Nanterre. Director del Proyecto Templo Mayor, INAH.

Jorge Arturo Talavera González. Licenciado y maestro en antropología física, y doctor en etnohistoria por la ENAH. Investigador de la Dirección de Antropología Física, INAH.

María Teresa Olivera. Bióloga por Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, IPN. Investigadora de la Subdirección de Laboratorios y Apoyo Académico, INAH.

José Luis Ruvalcaba. Doctor en Ciencias por la Université de Namur. Investigador del Instituto de Física, UNAM.

Tomado de Leonardo López Luján, et al., “Azcapotzalco y los orfebres de Moctezuma”, Arqueología Mexicana, núm. 136, pp. 50-59.

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