Los caciques yucatecos en el siglo XVI

Sergio Quezada

Como sobrevivientes de la conquista y los cambios turbulentos de los primeros años coloniales, durante la segunda mitad del siglo XVI los caciques yucatecos experimentaron de manera significativa la acometida española por minar su autoridad y prestigio, y durante el último tercio del siglo de la conquista padecieron los efectos de la crisis demográfica.

Los bataboob, caciques o señores eran parte integrante de la nobleza maya. Estaban organizados en linajes y como grupos emparentados monopolizaron y ejercieron el poder, y controlaron el acceso a él. No se sabe a ciencia cierta cuándo irrumpieron en el panorama político maya, pero su proximidad con los miles de jefes familiares, que con sus parentelas habitaban en grupos dispersos por los montes de la península de Yucatán, les permitió desde mediados del siglo XIII construir una imbricada madeja de vínculos personales –sangre, protección y reconocimiento– que los aglutinó en torno suyo, y así adquirieron autoridad y prestigio para articular la vida política, económica, administrativa y judicial de sus vasallos. Así pues, sus señoríos, como cuerpos políticos, a partir de la segunda mitad del siglo XIV se convirtieron en las unidades políticas fundamentales de la organización política maya que encontraron los españoles cuando conquistaron Yucatán.

Como aconteció en otras regiones de Mesoamérica, los españoles, para efectos prácticos, designaron a los caciques gobernadores de sus pueblos y, al mismo tiempo, les otorgaron un conjunto de privilegios. Así, desde los inicios de la segunda mitad del siglo XVI, la palabra “don” comenzó a aparecer antepuesta a sus nombres cristianos; se les concedieron permisos para tener y montar caballos; comenzaron a utilizar capas de paño, zaragüelles, medias, botas y sombreros de fieltro, además de construir sus casas de cal y canto. A principios de la década de 1580, el uso de estos símbolos se encontraba más o menos generalizado entre la elite indígena y algunos de sus miembros hablaban el español.

 

La acometida española contra los caciques indígenas

 

Como sobrevivientes de la conquista y los cambios turbulentos de los primeros años coloniales, durante la segunda mitad del siglo XVI los caciques experimentaron de manera significativa la acometida española por minar su autoridad y prestigio, y durante el último tercio del siglo de la conquista padecieron los efectos de la crisis demográfica.

Don Tomás López Medel, oidor de la Audiencia de Guatemala, quien visitó Yucatán de 1552 a 1554, inició la ofensiva en contra de los señores. Su larga estancia le permitió comprender que un sustento de la autoridad y prestigio de los señores entre la población eran sus funciones rituales, pues estableció medidas que tuvieron como fin suprimirlas, aunque es importante destacar que no tuvo la misma actitud en cuanto a las facultades políticas, ya que por esos años los españoles aún no podían prescindir de los caciques para administrar y organizar a la sociedad maya. Todo parece indicar que después de la visita de López Medel la ofensiva española se detuvo, en tanto las autoridades gubernamentales que le sucedieron no se distinguieron por crear una estructura administrativa que reafirmara la autoridad de la corona en el panorama de los pueblos, en tanto que los franciscanos dedicaban sus esfuerzos a la magna empresa de congregar a la población y formar casi dos centenares de pueblos.

 

Quezada, Sergio, “Los caciques yucatecos en el siglo XVI”, Arqueología Mexicana núm. 110, pp. 68-71.

 

 Sergio Quezada. Doctor en historia por El Colegio de México. Profesor-investigador en la Universidad Autónoma de Yucatán.

 

Texto completo en la edición impresa. Si desea adquirir un ejemplar: http://raices.com.mx/tienda/revistas--los-gobernantes-mayas-AM110