Lámina 52
La primera lámina del Códice Vindobonensis se organiza alrededor de varios individuos con el cuerpo pintado de negro, el tinte está relacionado con el sacerdocio y con los dioses.
Dichos personajes comparten ciertas similitudes y pueden representar a alguna entidad sagrada o bien personifican los primeros actos de creación por parte de las dos parejas de ancianos colocados en la parte izquierda de la lámina. Tanto las figuras humanas como los elementos constructivos situados en la parte superior se encuentran por encima de una larga banda celeste decorada con estrellas de Venus.
Destaca la presencia de un hombre cubierto por 20 ojos o “estrellas” (c) que simbolizan la noche. Su contraparte es la otra figura humana (d) que está junto a 20 pequeñas figuras con rostros que representan el signo tacu, “día”, “grano de maíz”.
En su conjunto, estamos ante la creación del calendario adivinatorio, la cuenta de los destinos. Al mismo tiempo, los ancianos dan origen a los ñuhu, a la muerte, a los ríos, cerros y valles; incluso, algunos sitios toman su lugar como Tilantongo y Zaachila. Finalmente, el códice se refiere a dos espacios fundamentales, el templo, yuqh, y la casa del gobernante, aniñe, vinculados a los dioses y al poder del gobernante.
Imagen: Dos parejas de ancianos colocados en la parte izquierda de la lámina. Códice Vindobonensis, Lám. 52. Foto: Austrian National Library. ANL / Vienna Collection of manuscripts and rare books, Cod. mexic. 1.
Manuel A. Hermann Lejarazu. Doctor en estudios mesoamericanos por la UNAM. Investigador en el CIESAS-D.F. Se especializa en el análisis de códices y documentos de la Mixteca, así como en historia prehispánica y colonial de la región. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
Hermann Lejarazu, Manuel A., “Lámina 52”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 103, pp. 18-19.