Este texto es una conferencia que se presentó en el otoño de 2022 en el Museo Nacional de Antropología, en el marco de la Cátedra Eduardo Matos de la Universidad de Harvard, que ahora se ha adaptado para constituir un número especial de Arqueología Mexicana.
Las propiedades físicas de los materiales contribuyen en las cualidades estéticas y simbólicas de un objeto, pero también son poderosos instrumentos para detonar respuestas emocionales. Es precisamente la respuesta estética la que amplifica la habilidad material de los objetos para comunicar y determinar su papel en la vida social comunitaria (Filloy Nadal, 2017).
Reflexionar sobre los elementos intangibles que dieron origen a los distintos artefactos no es tarea sencilla. Tampoco es fácil imaginarnos estos objetos en uso, en situaciones donde, por ejemplo, el atavío y el usuario debían verse como una unidad y los componentes materiales debían distinguir al portador y proyectar suntuosidad.
Durante los rituales religiosos, los efectos visuales seguramente fueron primordiales. Sin embargo, habría también que considerar los elementos que distinguen al propio individuo, a su persona, como la modificación intencional de su cráneo, la forma en la que se desplazaba, los movimientos que ejecutaba o los sonidos que le acompañaban.
La manufactura de los objetos estudiados refleja procesos de producción complejos en los que intervienen múltiples participantes y materiales provenientes de distintos lugares. Es posible reconstruir estos procesos y ello nos llevará a apreciar su significado social. Sin embargo, para entender el efecto de su uso, hace falta la imaginación.
Imagen: La elaboración de los atavíos suntuosos con los diversos materiales que aquí se han descrito tenía un sentido estético y simbólico; a través de los adornos e insignias se producía un efecto visual y sonoro de gran impacto. a) Estela 17 de Dos Pilas, Guatemala. b) Cinturón de poder de Pakal. Templo de las Inscripciones, Palenque. MNA. c) Cinturón de poder con hachuelas de jade. Templo Olvidado, Palenque. Dibujo: Latin American Studies; Fotos: Jorge Pérez de Lara, Marco A. Pacheco / Raíces, Archivo Digital de las Colecciones del MNA, INAH-Canon.
Laura Filloy Nadal. Restauradora por la Escuela Nacional de Conservación, INAH, tiene una maestría y un doctorado en arqueología por la Sorbona de París. Es curadora asociada de las colecciones de América antigua en el Museo Metropolitano de Nueva York.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
Filloy Nadal, Laura, “Conclusiones”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 111, pp. 76-78.
