Los toltecas chichimecas en el Tlachihualtépetl

Francisco González Hermosillo Adams

Migración de los toltecas chichimecas

Folio 8v

Los calpoleque

El folio 8v enumeró los otros siete grupos (mencionados en el folio 8r), iniciando con: 4) los mizquiteca con cuatro líderes a la cabeza; 5) los texpolca avanzaron también con cuatro; 6) los quauhteca, guiados por cinco, acompañados por su sacerdote Teuctlamacazqui; 7) los xaltoca con cuatro cabecillas; 8) los calmecauaque con otros diez. Finalmente, los tres grupos faltantes de calpoleque son: los 9) huitziluaque, los 10) chimalzolca y los 11) tianquiznahuaca. Sin embargo, sus integrantes no pueden ser plenamente identificados debido a que los nombres gentilicios de esos tres grupos se han borrado con el paso del tiempo en el original.

Este pasaje de la peregrinación de dirigentes y calpoleque toltecas chichimecas está acompañado con una frase que adivina un próximo enfrentamiento: “ellos son los calpoleque tolteca que aún han de sufrir el poder de los olmeca xicalanca”.

Los dirigentes toltecas chichimecas piden refugio a los señores olmecas xicalancas para asentarse en su territorio

Una vez que todos los estamentos de la sociedad tolteca chichimeca se reunieron en las inmediaciones de la ciudad sagrada, en Tlachihualtépetl, los cuatro supremos dirigentes, Icxicóuatl, Quetzaltehuéyac, Tezcahuitzil y Tololohuitzil junto con el sacerdote Cohuenan integraron una embajada que se aventuró a internarse en la ciudad para pedir humildemente una entrevista con los dos supremos gobernantes del reino olmeca xicalanca, quienes ejercían el máximo poder teocrático en su calidad de mediadores de los dioses.

La expedición probablemente tuvo la precaución de no franquear los muros de la capital olmeca xicalanca sin antes pedir con simulada humildad una audiencia con las autoridades locales, encabezadas por el Aquiyach y el Tlalchiyach, la poderosa teocracia dual que enseñoreaba todo el contorno del valle del Alto Atoyac, hoy denominado valle de Puebla-Tlaxcala. Así, detuvieron la marcha a una prudente distancia, en las cercanías donde se asentaron temporalmente para descansar y planear la manera de ser aceptados como un pueblo errante subordinado.

Ya frente a los todopoderosos soberanos, el Tlalchiyach Tizacozque y el Aquiyach Amapane, y con las debidas muestras de pleitesía y servilismo, los visitantes debieron postrarse para dirigirles unas humildes palabras. Quizá se presentaron como unos desamparados dirigentes de una trashumante migración mermada por la fatiga, en busca de un lugar para establecerse. Imploraron que les permitieran ingresar a la jurisdicción del señorío y “meterse entre ellos” pues, de hecho, ya estaban asentados en la periferia.

La narración omite la respuesta a tan peculiar solicitud pero nos podemos imaginar que la deliberación de los señores olmecas fue positiva y condicionada a integrarlos como sus vasallos, inferencia que se deriva del curso que tomaron los acontecimientos más adelante. Presumimos que los jefes toltecas chichimecas disimularon pobreza y sumisión, demostrando un gran agradecimiento al retirarse en medio de reiteradas reverencias. De esta manera salían airosos de esta primera prueba de su bien calculada estratagema.

La narración omite la respuesta a tan peculiar solicitud pero nos podemos imaginar que la deliberación de los señores olmecas fue positiva y condicionada a integrarlos como sus vasallos, inferencia que se deriva del curso que tomaron los acontecimientos más adelante. Presumimos que los jefes toltecas chichimecas disimularon pobreza y sumisión, demostrando un gran agradecimiento al retirarse en medio de reiteradas reverencias. De esta manera salían airosos de esta primera prueba de su bien calculada estratagema.

El texto en náhuatl con el que remata el folio 8v contiene un cuadrete pictografiado que representa al primero de esos gobernantes olmecas xicalancas, el Tlalchiyach Tizacozque quien, a su vez, era cabeza de Tecaxpan tlatzintlan, “al pie del monte en (el) cajete de piedra”, el glifo topónimo que está frente a él, porque con este cuadrete se inicia la relación de los tlatoque olmecas y sus lugares de residencia.

Imagen: Historia Tolteca Chichimeca, f. 8v.  Reprografía: Biblioteca Nacional de Antropología e Historia.

Francisco González Hermosillo Adams. Dirección de Estudios Históricos, INAH.

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

González Hermosillo Adams, Francisco, “Historia Tolteca Chichimeca. Parte 1 (edición facsimilar) Segundo relato. Migración de los toltecas chichimecas”, Arqueología Mexicana, Edición especial, núm. 107, pp. 36-71.