Michel R. Oudijk
Los estudios sobre los zapotecos del periodo Posclásico (1000-1521 a.C.) se refieren a los enfrentamientos que tuvieron con los mixtecos. Sin excepción, plantean que a consecuencia de las guerras que había entre estos dos grupos, los zapotecos tenían que elegir entre pagar tributo a los nuevos señores gobernantes mixtecos o abandonar el Valle de Oaxaca para refugiarse en el istmo de Tehuantepec. Sin embargo, investigaciones recientes indican que la situación era mucho más compleja.
Curiosamente, gran parte de la información pictográfica sobre los zapotecos prehispánicos nos la proporcionan los códices mixtecos. Aunque esas ricas fuentes históricas tratan principalmente de las relaciones políticas entre los señoríos de la Mixteca Alta, también hacen mención de casas reales de la Mixteca Baja, de la Mixteca de la Costa, del Valle de Oaxaca y aun de Cholula. Así, en el Códice Nuttall, en las páginas 33-35, encontramos una dinastía que resulta ser la de Zaachila Sabemos que son los señores gobernantes de Zaachila por otro documento pictográfico, el llamado Lienzo de Guevea, que presenta una lista de gobernantes del mismo señorío.
La información de ambos documentos nos indica que los fundadores de esa dinastía eran el señor 9 Serpiente, Xipe y su mujer 11 Conejo, Quechquémitl de Venus. Juntos tuvieron un hijo llamado 5 Flor, Xipe, quien a su vez se casó con la señora 4 Conejo, Quetzal. Este señor nunca gobernó en Zaachila, como claramente muestra el Lienzo de Guevea, en el que el segundo gobernante no es este 5 Flor sino su hijo 3 Lagarto, Águila Rayada. No sabemos por qué 5 Flor no gobernó en Zaachila, pero como veremos más adelante, su papel histórico era muy importante para el señorío. Además, es el único señor de Zaachila del cual conocemos su tumba. En contraste con todos los gobernantes de su casa real que, como nos explica el padre Francisco de Burgoa en sus escritos, fueron enterrados en Mitla, 5 Flor fue inhumado en Zaachila: la tumba 1 de este sitio posee un relieve que lo representa en toda su gloria.
Fue entonces el hijo 3 Lagarto quien sucedió a su abuelo en el trono de Zaachila, después de haberse casado con dos mujeres: 12 Pedernal, Bastón y 10 Casa, Bolsa Preciosa. El hijo del primero de esos matrimonios, el señor 11 Agua, Cocijoeza, tomó el poder como siguiente gobernante. Lo vemos representado con sus dos mujeres. De la primera, la señora 13 Lagarto, Quetzalcóatl, tuvo el hijo que iba ser su sucesor, el señor 6 Agua, Quixicayo, mientras que del segundo matrimonio con la señora 8 Movimiento, Serpiente de Fuego, nacería la señora 3 Lagarto, Abanico Precioso, quien iba a desempeñar un papel crucial en la historia de Zaachila y el Valle de Oaxaca. Si bien en el Códice Nuttall la dinastía parece terminar con 6 Agua, el Lienzo de Guevea aclara que no fue así: muestra a un señor más sentado sobre un trono, llamado Hierba (fig. 2), y el Códice Nuttall indica que es un tío (medio hermano del padre) de 6 Agua, llamado 1 Hierba, El que Habla.
Las relaciones interétnicas
Ahora bien, la razón de incluir esta dinastía en el Códice Nuttall, un documento del señorío de Teozacualco en la Mixteca Alta, reside en que en dos ocasiones, nobles de esa casa real se casaron con señores de Zaachila. Así pues, era importante incluir a la dinastía de Zaachila para mostrar con quién estaban casándose. El primer matrimonio fue el de una princesa llamada 4 Conejo, quien se casó con 5 Flor, el señor que nunca gobernó. Esa pareja resultó muy importante porque su primogénito, el señor 2 Perro, Trenza de Pedernales, estaba destinado a gobernar en Zaachila, pero la historia lo llevó por otro camino. Su madre era una de tres hijas; no hubo hijos varones que ocuparan el trono de Teozacualco. Aunque normalmente tal situación no era un gran problema en tiempos prehispánicos –la sangre real podía pasar por la línea femenina–, en este caso lo era porque los matrimonios de sus padres y abuelos habían ocurrido entre hermanos. Para resolver este problema legítimo (y genético), la casa real de Teozacualco decidió buscar una pareja importante para comenzar una nueva dinastía.
Oudijk, Michel R., “Mixtecos y zapotecos en la época prehispánica”, Arqueología Mexicana núm. 90, pp. 58-62.
• Michel R. Oudijk. Doctor en letras por la Universidad de Leiden, Holanda, donde estudió la historia y la cultura zapotecas. Desde 2004 trabaja en el Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM. Realiza un proyecto sobre transcripción, traducción y análisis de textos coloniales de la Sierra Norte escritos en zapoteco.
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